La organización de los desocupados

En Europa comienzan a aparecer organizaciones de trabajadores desocupados. Hace algunas semanas, en Prensa Obrera, informamos sobre la gran movilización que habían desarrollado los desocupados de Nápoles, en el sur de Italia. También en Francia, los desocupados se han organizado y, a través de esas organizaciones, plantean sus reivindicaciones al poder político.


La organización más antigua –apareció hace alrededor de una década– es el Movimiento Nacional de Desocupados y Precarizados (MNCP). Actuar juntos contra la desocupación (AC!) es otra organización, que también organiza a los ocupados. AC!  está organizada en base a ‘casas de desocupados’ a nivel municipal (y barrial en las grandes ciudades). La tercera organización es la APEIS, cercana al Partido Comunista, que agrupa a los desocupados de las municipalidades gobernadas por el PC en los alrededores de París.


Desde principios de 1996, estas tres organizaciones de desocupados comenzaron a actuar en forma común, por un aumento del seguro de desempleo; la eliminación de las cláusulas restrictivas que impiden que más de la mitad de los efectivamente desocupados puedan percibir el seguro; la eliminación de la cláusula que establece una reducción del monto del seguro conforme se prolonga el período en que un trabajador está desocupado; la participación de las organizaciones de los desocupados en la dirección del Unedic, el organismo que administra el seguro de desempleo. Esta última reivindicación es muy importante, porque pretende poner a las organizaciones de desocupados en un pie de igualdad con las grandes centrales sindicales, ya representadas en la dirección de ese organismo.


En defensa de estas reivindicaciones, los desempleados se movilizaron durante todo un mes, realizaron manifestaciones y ocuparon decenas de organismos dependientes del Unedic,  y hasta la sede de la CNPF, la central patronal. La policía los desalojaba y los desocupados volvían a la carga con nuevas ocupaciones, así durante todo un mes.


Como consecuencia de esta movilización, se obtuvo un pequeño aumento del seguro de desempleo y un ‘ablandamiento’ de la cláusula que establece la reducción del seguro cuando la desocupación se alarga (antes, las reducciones se producían cada cuatro meses; ahora, cada seis). Siguen planteadas las reivindicaciones centrales: seguro de desempleo para todos los desocupados y participación de sus organizaciones en los organismos que les atañen. Pero, por sobre todo, lo que queda planteado es una organización y un método de lucha: la organización independiente de los desocupados en sindicatos propios y la movilización de masas detrás de un programa de reivindicaciones dirigido al poder político.