La restauración del capitalismo

¿Cómo se debe discutir la restauración capitalista? Como buenos marxistas, no podemos discutir diciendo: “Cuba, ¿qué pasa?; China, ¿qué pasa?; Rusia, ¿qué pasa?”, porque las conclusiones van a ser arbitrarias. Unos le van a dar más importancia a un factor, otros a otro y cada uno va a armar la definición que se le cante.


¿Cuál es la función histórica de la restauración capitalista? La función histórica de la restauración capitalista es darle una salida a la crisis del capital. El problema es que si la restauración capitalista ya se completó y el capital no encontró ninguna clase de salida en ella, nos coloca ante un problema teórico tremendo. Porque, entonces, si el capital liquida por entero y por completo las conquistas de la revolución y esto no lo hace avanzar nada, ¿para qué quiere el capitalismo restaurar el capital? ¿Para qué lo va a restaurar si no le cambia nada? Ahora tiene, incluso, más problemas que antes.


Antes, Brezhnev le decía a Saddam Hussein ‘cuidá bien a los norteamericanos’. Ahora no hay Brezhnev, no hay quien controle a Saddam ni está el propio Saddam y no hay nadie que impida que se mate a los soldados norteamericanos. ¿Para qué quieren la restauración capitalista si no es una salida para el capital? Este el problema que discute el documento programático.


Lo dije en el discurso inaugural: hay un problema teórico y un problema práctico. El teórico es: “ustedes luchan por el socialismo y nosotros les metemos el capitalismo donde ustedes creían que había socialismo”; el práctico son los nuevos mercados que posibilitarían superar los problemas del capital, por un tiempo, o atenuar las crisis. Todos coincidimos, para usar las palabras de un compañero, que es un período de desequilibrios y de curvas descendentes, y todo lo demás… La función de la restauración capitalista es sacar al capitalismo de la curva descendente. ¿Por qué no lo saca? La respuesta es: porque todavía hay una lucha; todavía el capitalismo está tratando de imponerse y de imponer su salida. Este es el marco mundial. No podemos construir una Internacional con el argumento de que la revolución no es sólo nacional y después analizar los problemas en términos puramente nacionales. La cuestión de la restauración tiene que ser encuadrada mundialmente.


Cuando uno dice restauración capitalista, está definiendo el proceso que se abrió. La restauración capitalista no es un estado obrero degenerado ni es el capitalismo en su pleno desarrollo. El Estado que preside la restauración es capitalista. ¿Cómo se puede decir, después de tantos años, que el PO dice que estos estados son obreros, con el argumento de que nosotros afirmamos que la restauración capitalista no se completó? Compañeros, el día 19 de agosto de 1991, en la tapa dePrensa Obrera dice “comenzó la restauración del capitalismo en Rusia”. ¡En agosto de 1991! Estamos en abril del 2004, no nos van a decir ahora que todo este tiempo anduvimos diciendo que estos países son “Estados obreros”.


Esta restauración capitalista nosotros la hemos seguido desde hace mucho tiempo. Cuando fue derrotada Solidaridad, todos los “comunistas” del mundo estaban contentos; se había salvado el “régimen obrero” de Polonia. Sólo el Partido Obrero dijo que el gobierno de Jaruzelski era el comienzo de la restauración capitalista en Polonia y que se había implantado un gobierno burgués en un estado que era aun obrero, que aplastaba al movimiento obrero de su país en nombre de los pactos firmados con el FMI. ¿Cómo no voy, entonces, a relacionar la revolución política y la restauración capitalista cuando se empezaron a manifestar en una forma tan orgánica, tan estrecha?


¿Cómo se reprimió a la revolución de Alemania Oriental, la de Hungría, la de Checoslovaquia? Con la invasión del Ejército Rojo. ¿Cómo se contuvo la revolución en Polonia? Con el auxilio del Vaticano. Fue la primera gran alianza directa del imperialismo y la burocracia, al punto que suplantó la invasión clásica de Rusia. La revolución en Polonia fue una expresión de la impasse insalvable de las contradicciones en esos Estados, de sus regímenes burocráticos, del socialismo en un solo país.


¿Y la Revolución Cultural china, que quebró el Estado de la burocracia y le permitió a la fracción procapitalista tomar las riendas? Inmediatamente después de que Mao logró ponerle freno a la Revolución Cultural se produjo el acuerdo Nixon-Mao y China empieza a entrar en la órbita del imperialismo. Nosotros, sin haberlo hecho en forma directa, tuvimos una polémica con Mandel, que dijo que el acuerdo Thatcher-China, que cedía Hong Kong a China, no representaba ningún proceso de restauración capitalista. El Partido Obrero dijo que con la cesión de Hong Kong a China había un principio de restauración del capitalismo porque el Estado chino, que en el territorio continental de China protegía las relaciones sociales que surgieron de la revolución de octubre de 1949, había pasado a proteger las relaciones de propiedad capitalista, la Bolsa de Hong Kong, y todo el tráfico mundial y de capitales que se procesan a través de Hong Kong.


Nadie va a saber nunca, lógicamente, cuán consciente era la burocracia de esta relación entre el peligro creciente de la revolución política y la necesidad de hacerle frente con la restauración del capital. Pero podemos apostar que lo era bastante porque evitó enviar el Ejército Rojo a Polonia para aplastar a Solidaridad y, por primera vez, logró hacer un acuerdo con el imperialismo a través del Vaticano, para que el propio ejército nacional del país tuviera a su cargo la derrota del movimiento obrero. Sobre la base de este acuerdo acrecentó los privilegios de la Iglesia en Polonia y la capacidad de ésta para manejar el proceso político de transición, porque esa dictadura no iba a durar eternamente como una dictadura militar. El Partido Comunista no existía más; los sindicatos del PC no existían más.


¿Qué representa en el proceso internacional de la lucha de clases y en el desarrollo de la crisis capitalista la restauración del capitalismo en la Unión Soviética, en China, etc.? La posibilidad de una salida del capitalismo. Esta afirmación no es nuestra; nosotros desarrollamos esta afirmación que fue repetida por todas las corrientes de la IV Internacional durante toda la vida: La salida para el capital pasa por la restauración del capitalismo.


No podemos tomar este fenómeno en forma esquemática. Se afirma que no va a haber una revolución contra la restauración capitalista; va a haber una revolución contra el capitalismo. Así no vamos a poder discutir, porque transformaríamos un debate teórico en un debate terminológico. Esto no es una iglesia; es la IV Internacional. En el documento nos impusimos la obligación de señalar todos los conflictos que genera esta transición que es la restauración capitalista. Por ejemplo, si los burócratas del Partido Comunista chino expropian a los campesinos chinos para después reclamar el derecho de propiedad sobre la tierra, y este es un fenómeno que no existe solamente en China se plantea una lucha contra la burocracia que se quiere apropiar de las tierras y potencialmente una lucha contra el capitalismo, contra toda la restauración capitalista. Esto es un fenómeno concreto.


Otro fenómeno concreto. Hay una crisis con todas las privatizaciones en Rusia. Las masas no están todavía en condiciones de incidir para decidir el destino de esas crisis, pero hay una crisis. Hay oligarcas que están presos. El Correo argentino fue privatizado y ahora se discute re-estatizarlo. ¿Cómo es eso, entonces, de que no se puede luchar contra la privatización después de culminada la privatización? Fracasó la privatización y eso abre la discusión de si reestatizar el Correo o no. ¿Qué es eso de que porque los capitalistas, los oligarcas, con algunas maniobras con el Estado se quedaron con las empresas petroleras, no se puede luchar para sacarles las empresas petroleras robadas al patrimonio público, como María Julia Alsogaray le robó a todos los argentinos el patrimonio público? Si no tenemos en cuenta este tipo de problemas, nos perdemos la sal y la vida de lo que pasa en estos países.


El Estado chino es capitalista. ¿Cómo es eso que se dijo aquí de que es un Estado obrero? Acaban de aprobar una constitución que reconoce el derecho a la propiedad privada. Todo lo que es estatal en China está quebrado. El lunes, en elFinancial Times, aparece un artículo que le pide por favor al gobierno chino que pare de invertir, que los capitalistas paren de invertir. La inversión está creciendo alrededor del 20% anual y está llegando a cifras enormes, catastróficas, con relación al producto bruto interno. Esto no puede avanzar porque hay que financiarlo y no hay condiciones para sostener una sobrecapacidad tan intensa. Pide que repartan un poco para el consumo. ¿Cómo se puede decir que un país así es un “Estado obrero”? Nosotros decimos que no, pero dentro de una caracterización de conjunto, más amplia, no esquemática.


Los desarrollos van a ser diferentes. El mismo hecho de que Cuba, China y Rusia se encuentren en fases diferentes de penetración del capital mundial y de disolución de la estatización económica, estas fases características diferentes y revelan que la restauración capitalista es un proceso histórico, es decir que lleva un período. Formalmente, Cuba reúne características de un Estado obrero, pero a la luz de la situación internacional y de sus elementos de economía capitalista, por ejemplo que la economía cubana está regulada por el dólar, se encuentra en una transición, relativamente embrionaria, al capitalismo. Cuando hablamos de estatización de la propiedad en Cuba tenemos que tener cuidado porque la parte más importante de la propiedad cubana no está en manos del Estado sino de las fuerzas armadas. Esto ya ocurrió en Nicaragua. Es decir que cuando venga la restauración del capitalismo, las fuerzas armadas van a decir “todo esto es mío; somos una sociedad anónima”.


Se olvida en todo esto, también, el problema de la unidad alemana, que provocó una catástrofe muy importante para las masas. Los pablistas y todos los cuartistas, defendían a Alemania oriental y con eso ayudaron a que el capitalismo mundial anexara a Alemania oriental. En lugar de tomar la consigna de la unidad socialista de Alemania para pelear por la unidad alemana en términos obreros, con el mismo método con que Trotsky luchaba por la separación nacional, socialista, de Ucrania, se ataron a la burocracia de esos países. Todavía hoy militan en los partidos de la vieja burocracia. Entregaron a las masas de Europa oriental al enemigo; no prepararon el terreno y, cuando se enfrentaron a una gran movilización popular, no supieron qué hacer.