La Semana Internacional

El "directorio" de la (des)Union Europea


La cumbre realizada la semana anterior en Berlín entre Chirac, Schroeder y Blair sacudió la estantería en la UE: "La reacción negativa de los países medianos y pequeños de la Unión flotaba sobre la capital alemana" (El País, 19/2). El encuentro de los popes de Francia, Alemania e Inglaterra puso en pie una suerte de "directorio" de la UE, empantanada luego del reciente fracaso de la reunión consagrada a resolver cómo funcionaría su dirección ejecutiva (Francia y Alemania pretenden un mecanismo de voto "ponderado" que asegure su hegemonía). En la "agenda" de la reunión se incluyó la posibilidad de acuerdos tripartitos en el terreno del mercado de trabajo, la seguridad social y la política industrial (Financial Times, 18/2). Es decir: flexiblización laboral, reformas para "ajustar" los haberes jubilatorios y subsidios para intentar una salida al empantanamiento capitalista. Para eso el trío reunido en Berlín reclamó la creación de un "supercomisario" de la UE, encargado de asuntos económicos. El "directorio" se opuso, además, a ampliar el financiamiento a las burguesías de los países más rezagados de la Unión, lo que la prensa interpretó como un refuerzo a la política de una Europa de "dos velocidades", para "inclinar a la Unión a favor de las prioridades de los tres grandes" (Financial Times, 18/2). Por eso el gobierno italiano señaló que la cumbre puede alentar la fragmentación y nuevas divisiones al interior de Europa (Financial Times, 17/2). La "unión" capitalista del viejo continente, como se ve, está condenada por la propia crisis a recrear las desigualdades, acentuar la explotación sobre sus trabajadores y reforzar el egoísmo nacional.


 


La "ultima carta" de Toledo


Es la caracterización del politólogo peruano Alberto Adrianzen sobre la reciente renovación total del gabinete del presidente de su país, que quedó integrado por personalidades "independientes". La situación –dijo– se aparece a la que atravesó Fernando De la Rúa "cuando antes de su caída buscó apoyo en todos los partidos y todos le dieron la espalda" (Página/12, 16/2). Ya se sabe, las ratas huyen cuando el barco se hunde y Toledo tiene una desaprobación a su gestión que ha batido todos los récords: 93% de la población. La maniobra de cambiar a sus ministros "es un intento casi desesperado de salvar su gobierno e intentar culminar su mandato en julio del 2006" (ídem). No llegará.


Un nuevo régimen político "anticorrupción" (Toledo subió impulsado por la descomposición del gobierno de Fujimori) que se viene a pique.


 


El pantano iraqui


El jefe de las tropas de ocupación yanqui en Irak –general Ricardo Sánchez– acaba de declarar que "nuestra presencia en Irak debe calcularse en años, no en meses" (El País, 18/2). El hombre señaló que a pesar del esfuerzo por armar un ejército cipayo para "mantener la ley y el orden (…) no es posible que las fuerzas iraquíes asuman la seguridad en solitario (…) Los ataques tras la guerra duran más de lo que planeamos" (ídem). El día anterior trascendió, además, que un informe "confidencial" del Banco Mundial que se filtró a la prensa plantea un "crecimiento de la resistencia en Irak" y la "posibilidad de una balcanización del país", contrariando totalmente –dice el diario inglés Financial Times– las declaraciones públicas del gobierno norteamericano. Al mismo tiempo, el secretario general de las Naciones Unidas declaró que no hay condiciones para concretar "elecciones generales" en este primer semestre, fachada detrás de la cual los yanquis pretendían presentar una plan de "normalización" del país. La exigencia de elecciones había provenido del clero shiíta que colabora con los invasores norteamericanos. El plan del "traspaso del poder" a un gobierno títere no sale del pantano, aunque Bush necesita desesperadamente mostrar "avances" en este terreno para evitar que Irak siga golpeando, como un boomerang, sus muy en baja pretensiones reeleccionistas en el corriente año.


 


Irán: del reformismo al radicalismo


Una descomunal abstención se esperaba el viernes 20 de febrero en las elecciones parlamentarias de Irán. En las grandes ciudades los votantes no superarían el 20% del padrón. El abstencionismo en masa sigue al veto por parte del clero a la presentación de más de 3.000 candidaturas de la oposición reformista, partidaria de avanzar en la llamada secularización del gobierno, separando las funciones estatales de las religiosas. Entre los candidatos vetados se encuentran 80 diputados, incluido el hermano del presidente Jatami, que siempre flirteó con la oposición contra los denominados conservadores islámicos del Consejo de la Revolución. Resultado: "muchos de los compañeros de los hermanos Jatami han saltado del reformismo al radicalismo" (El País, 18/2). Algo que corrobora a su modo el británicoFinancial Times (18/2) del mismo día cuando plantea que "agotado el reformismo, nada queda en pie entre los gobernantes teocráticos y un pueblo joven e impaciente, hambriento de cambio, desesperado por trabajo y obligado a concluir que la revolución islámica es incapaz de reformas". El abstencionismo en masa, entonces, se parece mucho a los preparativos del escenario para un "que se vayan todos"… iraní.


 


Piqueteros indígenas en Ecuador


Son los que cortaron masivamente las rutas en el país la semana anterior reclamando la renuncia del presidente Lucio Gutiérrez. Hay que recordar que Gutiérrez llegó al gobierno con el apoyo decisivo de la Confederación de Indígenas (Conaie) que ocupó la capital ecuatoriana en enero del 2000 y provocó la caída del gobierno del demócrata cristiano Jamil Mahuad. Gutiérrez rompió con la Conaie en agosto pasado para suscribir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. La población indígena representa al 40% del total de habitantes y su movilización abre un nuevo período de la lucha de clases en el país.


 


"Vasto movimiento de huelgas en Gran Bretaña"


(Le Monde, 17/2)


Decenas de miles de empleados públicos ingleses paralizaron sus tareas el lunes 16 y el martes 17 de febrero por reivindicaciones salariales. El sindicato de los trabajadores estatales (PCS) que, luego del fracaso de las discusiones con el gobierno, llamó a parar a sus 90.000 afiliados, hizo mención a una participación "fantástica" de los afiliados en la medida de fuerza. Un catalizador de la masiva paralización fue el anuncio de la prensa, el mismo lunes pasado, respecto de que el gobierno prepara un plan de racionalización de los servicios que implicaría el despido de 80.000 trabajadores.