La Unidad Socialista de Izquierda (USI) de Venezuela

Venezuela

-Exclusivo de internet

Chirino, dirigente sindical de la Izquierda Socialista de Venezuela, acaba reunirse con una veintena de dirigentes de sindicatos apoyados por los patronos del monopolio privado nacional más importante del país, el grupo Polar. Entre los invitados al presídium de la reunión se encontraba también un ex correligionario de Chirino, Froilán Barrios, asesor ahora de la burocracia escuálida de la vieja central CTV, y Henry Arias, representante de la Mesa de Unidad Democrática MUD (derecha) en Guayana.

Chirino planteó en la reunión que una nueva Ley del Trabajo debe discutirse con los diputados de la nueva Asamblea Nacional, en rechazo a la pretensión de hacerlo con la actual controlada por completo por el chavismo. Resaltó que confiaba en que los nuevos parlamentarios realicen un papel de contralor. En una entrevista previa al diario La Razón alegó que la AN electa el 27 de septiembre había sido electa democráticamente, como si la AN vigente no tuviera ese carácter. Lo que es peor, no deslindó en absoluto el carácter burgués de una y de otra, ni tampoco que el chavismo continúa teniendo una mayoría absoluta.

La organización a la cual pertenece Chirino, la USI, no tiene una línea política definida, más bien se diluye en sus tácticas, aderezada con mucho de oportunismo y sectarismo; sus aliados son muy variados en el espectro político venezolano. La lucha que llevan los compañeros de la USI en Mérida o la que han llevado en la industria petrolera es muy diferente a la que realizan en otras regiones, donde son aliados o cercanos a la derecha escuálida.

Realmente tienen posiciones en común con la burocracia sindical de la derecha, abiertamente propatronal como la de ahora en defensa de las empresas Polar, como la tuvieron en el conflicto de la General Motors hace dos años, o hace meses la política electoral en alianza con Patria Para Todos (PPT), donde nada dijeron sobre sus otros aliados en la campaña electoral, como el gobernador de Lara Henry Falcón, o como en un circuito electoral de Carabobo, Carlos García candidatos totalmente de la derecha.

En la campaña electoral al parlamento el 26 de Septiembre, postulados con la tarjeta del PPT, reclamaron una serie de leyes, entre las cuales una nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT). No cabe esperar, sin embargo, de estas asambleas nacionales, leyes de protección laboral, en especial ante la orientación regimentadora del chavismo y el carácter gorila de la oposición de derecha.

Chirino y la USI, antes fugazmente llamados PRS, Voz de los Trabajadores o La Chispa, promovieron en 1998 la candidatura de Chávez como el candidato de los trabajadores. Luego apoyaron la intervención del gobierno a la vieja central sindical CTV, que derivó en unas elecciones regimentadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE). El candidato impuesto por el gobierno, Aristóbulo Isturiz estaba hacía tiempo desligado de las luchas de los trabajadores; el candidato promovido por el gobierno para presidir la regional sindical del estado Carabobo fue el mismo Chirino. Isturiz y Chirino perdieron de todos modos ante la burocracia adeca.

Para salir de este impasse, el gobierno decidió, luego del golpe de Estado y del lock-out petrolero (2003), promover una nueva central sindical, para lo cual creó una coordinación provisoria en la fundación de la UNT. En esta coordinación estuvo representada la ahora USI por medio de Chirino. También fue pieza clave por varios años como representante de la UNT ante la OIT en Ginebra, enviado por el gobierno, donde defendió la nueva central sindical regimentada a través de la Comisión Nacional Electoral (CNE).

El gobierno creo también una nueva federación sindical petrolera para discutir el convenio colectivo -Sinutrapetrol. Chirino ingresó, como asesor del nuevo sindicato, a PDVSA de la mano del ministro Rafael Ramírez, ministro de energía y a su vez presidente de PDVSA. Este sindicato, fue creado para servir de bombero en los conflictos de los trabajadores. Este sindicato petrolero nunca realizó elecciones sindicales pero sí discutió dos convenciones colectivas, en la cual se eliminaron dos conquistas históricas de los trabajadores petroleros como el comisariato (cesta de alimentos cada seis semanas) y el ingreso de 2/3 de la nómina obrera petrolera. Fueron sustituidas por una tarjeta electrónica (monto en dinero) y un sistema informático (Sisdem) elaborado y realizado por el patrón para realizar los ingresos de la nómina de obreros. Más tarde la burocracia sindical incluida Sinutrapetrol fue cooptada con puestos de supervisores en la industria petrolera y hasta de gerentes, ante lo cual Chirino se quedó sin la asesoría para el aparato.

Por otro lado, luego del lock-out petrolero se iniciaron unas asambleas llamadas “Encuentros de trabajadores petroleros”. En el primer encuentro en junio de 2003, José Bodas, dirigente sindical, miembro de la USI, defendió el control obrero. Cuando se promovieron luego, dentro de PDVSA, unos grupos llamados comités guías, se olvidaron de la consigna; más tarde el mismo ministro y presidente de PDVSA, Alí Rodríguez Araque, les prohibió la asistencia a los encuentros petroleros. Los comités guías, Boda incluido, acataron la orden y no asistieron al cuarto y último encuentro, a pesar de que el documento a discutir había sido propuesto por los comités guías.

Sin embargo, los trabajadores agrupados tras C-Cura, frente de trabajadores promovidos por la USI, han continuado una dura lucha a pesar de que más tarde, en 2008, durante el conflicto de General Motors, Chirino se puso del lado del patrón y en contra de la huelga, alegando que era dirigida por una directiva sindical burocrática, aunque había sido electa por los trabajadores, tan válida como hoy arguye Chirino para respaldar a los candidatos elegidos por la oposición de derecha a la próxima asamblea nacional. En pleno conflicto de GM, trató de dividir a los trabajadores y debilitar la lucha.

Durante ese período, era ministro de Trabajo Roberto Hernández, viejo burócrata del PCV, promotor de un proyecto de constituyente sindical promovida desde el parlamento. Chirino con Roberto Hernández logró una orden de reenganche a PDVSA, que no fue admitida por el ministro de Energía, Rafael Ramírez. Chirino se distanció entonces de Chávez.

Usualmente La USI baila al son que le toca la región. En Guayana anduvo con la vieja burocracia Adeca en un Comité Laboral; en Carabobo está representado por un grupo de burócratas que medra en la burocracia de la construcción mediante el paralelismo sindical

En Aragua, luego de un período de “radicalismo”, ahora se encuentra debilitado, lo que permitió que aproveche la situación ahora es su antigua compañera de la UNT, Marcela Maspero

Ahora se lanza en contra de las nacionalizaciones, que aunque no ha tocado a Polar, la apuntaría en última instancia. Enarbola un NO A LAS EXPROPIACIONES porque no se ha consultado a los trabajadores. Pero la organización sindical de Polar está aliada a los patronos. Polar está contribuyendo ávidamente, en particular con sus 40 sindicatos por empresa, a ejercer una oposición política a Chávez en nombre de los trabajadores. Se oponen a la nacionalización, porque ella amenazaría los puestos de trabajo. Pero en lugar de tomar partido por Polar contra Chávez, o por éste contra Polar, habría que reclamar que la expropiación no comprometa recursos públicos con cuantiosas indemnizaciones, que se efectúa Control Obrero de la producción y que se reconozca al sindicato y el convenio colectivo. Robert Gonzáles, miembro del comité ejecutivo del sindicato FUTPV (petroleros), tiene impedida la entrada a la planta y sus salarios fueron suspendidos. En ese encuentro sindical brilló por su ausencia la defensa al fuero sindical y el derecho al trabajo de varios compañeros despedidos de la refinería El Palito, entre ellos Robert González.

El llamado de la ahora USI a crear un partido de trabajadores, tiene el mismo fin de fortalecer un grupo inflado que se aprovecha de sus gestiones sindicales para hacer un acto público del lanzamiento del partido, sin programa y sin consignas de lucha. Antes fueron directivas sindicales que ahora no existen porque se pasaron a la patronal o fueron derrotados y ahora es la base de 40 sindicatos agrupados tras un patrón en una lucha encarnizada contra el gobierno, el monopolio nacional con mayores ingresos del país, el grupo Polar, grupo cuya base económica que se sostiene por ser líder, más que en la producción de alimentos, en la producción de cerveza.

Por último, hace una semana, en su primer congreso nacional, se realizó la unidad con un grupo llamado Paso a la Democracia, escindido del grupo de choque de la derecha, Bandera Roja. También entre sus invitados estaban representantes de la anquilosada burocracia sindical cetevista, representantes de “Solidaridad Laboral” -un frente de la vieja burocracia sindical adeca; del PPT nuevo aliado de la Mesa de Unidad Democrática (unión de la derecha) y de “notables intelectuales” que hasta hace poco vivieron del gobierno de Chávez y ahora buscan una alternativa más segura para su supervivencia política. Una marcha convocada por la USI, con base al encuentro sindical “Polar” para el 11 de diciembre, fue suspendida para enero, sin fecha concreta.