Las AFJP… con Lula

“El flamante gobierno de Lula, contra todos los pronósticos, está analizando la posibilidad de introducir reformas de fondo en el sistema previsional brasileño, que prevé la incorporación de capitales privados. A diferencia de lo que está sucediendo en la Argentina, donde pequeños grupos políticos cuestionan los cambios que se produjeron en la Seguridad Social durante los últimos 10 años, los brasileños son concientes de la necesidad de implementar cambios profundos en el sistema…”


Quienes alaba de este modo a Lula son las Afjp de la Argentina, en el Boletín N° 3 de la Unión de Afjp (febrero, 2003), que no se priva de ilustrar la nota con una amplia foto del presidente brasileño, atraídas por los negocios y negociados que ofrece la reforma previsional que impulsa el PT.


Aunque las Afjp se sienten “sorprendidas” por la reforma privatizadora de Lula, lo cierto es que hace rato saben de su contenido, que fue pactado con el Banco Mundial. Consiste en establecer un sistema estatal básico obligatorio que pague jubilaciones básicas, eliminando definitivamente los haberes como proporción del sueldo, del tipo del 82% que existía en la Argentina. Con esto la burguesía lograría varias cosas: pagar jubilaciones más bajas, reducir en consecuencia el aporte patronal y “obligar” en la práctica a los trabajadores que aspiran a una jubilación acorde a sus sueldos a aportar “voluntariamente” a una jubilación privada, del tipo Afjp.


Al pagar menos en jubilaciones, según el Banco Mundial y el propio Lula, habría más fondos para “terminar con el hambre en el país hermano”, dice la Uafjp. El Plan “Hambre Cero” prevé gastar 50 reales o pesos mensuales por beneficiario. En realidad, la baja de las jubilaciones es para aumentar el superávit fiscal que el Fondo exige para pagar la deuda, y que Lula elevó ahora al récord de 4,25% del PBI.


Pero, como sucedió en la Argentina, la implantación de la jubilación privada no ayudó a disminuir el déficit fiscal sino que lo agravó, cosa que pasará también en Brasil. De esa manera, la jubilación privada acelerará la bancarrota brasileña y la de los jubilados brasileños que aporten a esas Afjp, como está sucediendo en todo el mundo.