Las universidades en lucha

Desde hace más de una semana, varias universidades públicas de Colombia se encuentran en paro. Reclaman, entre otras cosas, un aumento de presupuesto, sin el cual la continuidad de muchas de ellas peligran.

Si bien hace tiempo que las universidades públicas colombianas sufren un brutal ahogo presupuestario, que año tras año viene llevando a cabo el gobierno con la cooperación de las autoridades universitarias, la situación se ha vuelto desesperante en los últimos días, ya que Uribe pretende que la Cámara de Representantes apruebe un proyecto de ley que obliga a la universidad a pagar lo que el gobierno le adeuda en pensiones, desde hace más de 15 años, a profesores y trabajadores universitarios.

Según declaraciones de Beatriz Sánchez, vicerrectora general de la Universidad Nacional (UN), “si las cosas siguen así, en 2011 la universidad será inviable y empezarían a cerrarse programas” (Red revuelta, 25/10).

Esta situación ha generado una gigantesca huelga universitaria que abarca a varias universidades, entre ellas a tres de las más importantes: la Nacional, la Pedagógica y la Distrital. Sumado a eso, en las últimas semanas se han llevado a cabo extraordinarias marchas como la del martes 27 de octubre en Bogotá, con alrededor de 40.000 estudiantes, a la cual llegaron importantes delegaciones de universidades del interior.

Entre los reclamos de los estudiantes se incluyen (además del presupuesto) el rechazo al estatuto estudiantil de las disposiciones de bienestar y el freno a la persecución que el Estado lleva en contra de la organización estudiantil por medio de los servicios de inteligencia, la policía y los grupos paramilitares.

La situación es tan crítica que ha empujado a la calle a miles de estudiantes que habitualmente no participaban del movimiento. No hay certeza de cómo acabará esto. Pero claro está que el gobierno viene con intenciones fuertes de acabar con la universidad pública y que lo único que puede detenerlo en sus pretensiones es una sólida e intensa lucha unificada de docentes, trabajadores universitarios y estudiantes, rodeados por la más amplia solidaridad del movimiento popular.