La vida de Mumia Abu Jamal pende de un hilolo. Hace 19 años que este periodista y activista negro de Filadelfia pena en una celda de una prisión de ‘máxima seguridad’, aislado 23 horas al día, a la espera de su ejecución. Una y otra vez la ‘justicia’ confirmó su sentencia, a pesar de las demostraciones de que las pruebas que lo inculparon por el asesinato de un policía blanco eran falsas, y que todo el juicio fue montado como una provocación contra las denuncias que Mumia efectuaba, como líder que era de los ex-Panteras Negras.

Los reclamos y las movilizaciones a escala mundial han permitido retrasar su ejecución. A mediados de mayo, 6 mil personas movilizaron frente al Madison Square de Nueva York para reclamar la inmediata libertad de Abu Jamal, y lo mismo ocurrió en las principales capitales europeas (International Herald Tribune, 22/5),

Hay que salvar la vida de hay que extender esta campaña en Argentina y toda América Latina.