Libertad a Ocalam

Dijimos, ni bien se produjo el secuestro del líder nacionalista kur­do, Aldullah Ocalam, que el operati­vo imperialista-turco-sionista venía a pavimentar un ‘arreglo’ contra­rrevolucionario de la cuestión kur­da, a imagen y semejanza de los acuerdos de Oslo para Palestina.


Junto a esta última, la kurda es la opresión nacional más exten­dida del Cercano Oriente, que afecta a cuatro países surgidos de fronteras artificialmente impues­tas por el imperialismo durante la primera parte de este siglo. La región del Kurdistán bajo domi­nio turco es la más poblada y oprimida. Allí tiene asiento, funda­mentalmente, el PKK-Partido de los Trabajadores Kurdos- de Oca­lam. A expensas del PKK y en defensa del estratégico miembro más ‘oriental’ de la Otan, Turquía, el imperialismo mundial ha inficionado a los movimientos del Kurdistán bajo dominio iraquí. Estos han sido transformados en ‘’peones’ imperialistas, con lo que los yankis no sólo apuntan a una ‘solución’ reaccionaria al proble­ma kurdo sino al reforzamiento semicolonial de toda la región, que traería aparejado una nueva división artificial de sus fronte­ras, mediante una eventual ‘partición’ o ‘autonomía’ del Kurdis­tán sojuzgado por Saddam Hussein. Después de servirse durante décadas del dictador y de la ‘uni­dad iraquí’ para el aplastamien­to de reiteradas revueltas kurdas y de la revolución iraní, a fines de los ‘70, los yankis ahora echa mano a este recurso frente al agotamiento del régimen de Saddam Hussein. “La política de los partidos kurdos iraquíes limita sus de­mandas a una autonomía de los kurdos dentro de las fronte­ras de los territorios naciona­les de Turquía, Iraq y Siria”, informó el Financial Times (17/2), después que los partidos Unión Patriótica (PUK) y por un Kurdis­tán Democrático (KDP) sellaron un acuerdo, en septiembre de 1998, “apadrinado por los EE.UU. y firmado en Washing­ton” (ídem).


Hay que arrancar de las sinies­tras cárceles turcas a Ocalam y a los miles y miles de luchadores nacio­nalistas, para terminar con la opre­sión nacional en todo el Kurdistán, por el derecho a la autodetermina­ción del pueblo kurdo, para termi­nar con el yugo semicolonial en todo el Cercano Oriente.