Irán: Los atentados que no fueron

La operación que sí fue

El anuncio de Estados Unidos sobre el desbaratamiento de un supuesto plan por parte del gobierno iraní para atentar contra varios embajadores en Washington -entre ellos, el de Argentina- tiene todo el tufillo de una manipulación política- si no de provocación. Obama atribuyó la tentativa a la Fuerza Quds, una unidad de elite de la Guardia Revolucionaria de Irán. Sin embargo, “hay muchas sombras” en el armado del atentado -asegura el Corriere de Italia- que hacen sospechar sobre su verosimilitud (14/10). “La Fuerza Quds, acusada de haber dirigido la operación, es ‘profesional’. En cambio, de acuerdo al plan, sería capaz de cometer el error de mandar el dinero a través de un banco”.

Lo que está en juego

La inclusión de Argentina en este operativo de desinformación no debería llamar la atención: la causa Amia ha sido siempre una herramienta política disponible para estos menesteres. El gobierno argentino reaccionó con una esperable cautela ante la noticia de que podría haber sido blanco de un nuevo atentado terrorista. Los K tienen lazos aceitados con Israel y también, aunque de menor calidad, con los grupos dominantes de los países árabes. El Mercosur tiene un tratado de libre comercio con Israel y Brasil busca integrar su industria de armamentos a la del sionismo -mientras pontifica contra las provocaciones de Estados Unidos contra Irán y acaba de suscribir, junto con sus socios locales, un tratado de libre comercio con Palestina de improbable eficacia, porque la economía palestina está bajo el control de Israel.

El periodista Pepe Eliaschev comentó en un artículo periodístico del año pasado (Perfil, 19/12/10) -luego ratificado en otras notas- que el gobierno argentino consideraba operar un cambio de frente en la estrategia argentina en la causa Amia, para abrir un ‘diálogo’ con Irán en un tercer país neutral. Hasta ese momento, el gobierno K siempre había seguido los dictados de Washington e Israel. En septiembre pasado, cuando Israel y Estados Unidos se retiraron del plenario de la ONU cuando decía su discurso el iraní Ahmadinejad, la delegación argentina se quedó en el recinto, en consonancia con la decisión de reconocer a la Autoridad Palestina como Estado. Una mayoría de gobiernos de América Latina ha tomado la decisión de rechazar el intento de Estados Unidos y el sionismo de convertir a la región en una retaguardia incondicional de sus provocaciones contra el movimiento palestino y del intervencionismo militar que arrancó en Irak, sigue en Liba y se proyecta a Siria.

Las razones

Según Eliaschev, los ‘sherpas’ argentinos e iraníes -funcionarios de segunda o tercera línea- vienen reuniéndose en sigilo, con el objetivo de avanzar en las negociaciones relativas al atentado contra la Amia. La novedad es la participación de Siria en las negociaciones. El único aliado regional que le queda a Al Assad es Teherán (y, al parecer, Timerman). Eliaschev cuenta que “Timerman abandonó la comitiva de Cristina Kirchner de gira por Kuwait, Qatar y Turquía, para conversar con el tirano sirio (Bashar Al Assad) (…). Allí, Timerman y Al Assad alegaron haber hablado del proceso de paz en Medio Oriente” (Perfil, 16/10). En este encuentro, “Siria le advirtió a los argentinos que el canciller iraní Salehi estaría en ese país en ese mismo momento, algo que la Cancillería argentina no objetó”. En diciembre del año pasado, el Mercosur aprobó un tratado comercial con una serie de países, entre ellos Siria, y se apresta a avanzar en un acuerdo similar con Irán. También existe un acuerdo de ese tipo con la Autoridad Palestina, lo que revela la absoluta hipocresía de la diplomacia nacionalista que mantiene, a su vez, un tratado de libre comercio con Israel, el cual destruye la economía palestina para expandir las fronteras de un Estado racista.