Los Hijos de la Tierra

En primer lugar, te pedimos que presentes tu organización, Abnaa el Balad, a los compañeros argentinos.


Abnaa el Balad es un movimiento palestino que trabaja con los “palestinos de 1948”, los palestinos que viven bajo el gobierno directo israelí en el territorio del Estado sionista, según los límites de 1948. Nuestro movimiento comienza en 1969 y toma su nombre – Hijos de la Tierra – del recuerdo y la reivindicación del “Día de la Tierra” de 1966.


¿Qué fue el “Día de la Tierra”?


El “Día de la Tierra” fue una Intifada que tuvo lugar el 13 de marzo de 1966, protagonizada por los palestinos dentro de Israel; se convirtió en un recordatorio para todos los palestinos, en cualquier lugar del mundo, y cada 13 de marzo hay manifestaciones palestinas en todo el mundo donde residen comunidades de exiliados palestinos, en Gaza y Cisjordania y en la propia Israel.


La causa de esta Intifada fue que el gobierno israelí había expropiado numerosas propiedades palestinas para el entrenamiento del Ejército sionista. El movimiento palestino resolvió que ese día habría una gran huelga de repudio en las ciudades y aldeas palestinas y el Ejército sionista entró a las ciudades y aldeas para reprimir. Entonces se desató una gran Intifada, una gran lucha entre el Ejército y los palestinos, en el cual fueron asesinados sesenta palestinos.


Entendemos que éste es un punto muy importante en nuestra lucha contra el Estado sionista. Fue la primera vez que los palestinos se enfrentaron, cara a cara, con el Ejército y el Estado sionista en las calles. El “Día de la Tierra” nos dio una importante visión, a nosotros y a nuestros hermanos en Gaza y Cisjordania, sobre el significado de nuestra lucha, sobre la importancia de la lucha de los palestinos en las calles, y le recordó al mundo árabe la existencia de los palestinos dentro de Israel.


Cada año, en el “Día de la Tierra” hay manifestaciones en cada lugar del mundo donde hay palestinos.


¿Cuál es el peso de la cuestión de los refugiados en la lucha palestina?


La cuestión de los refugiados es la más importante, la central, en el conflicto árabe-israelí. Los refugiados representan el 70% del pueblo palestino. La supuesta “solución de dos Estados”, uno israelí y otro palestino, no da ninguna salida a este problema central. Ningún dirigente palestino y ninguna organización palestina pueden llegar a un acuerdo con el Estado sionista o con el imperialismo que no dé una solución a esta cuestión fundamental. Pero es claro que Israel no está dispuesta a permitir el retorno de los refugiados a sus tierras y propiedades. Ellos dicen que Israel es un “Estado judío” y que deben “limpiar” su Estado de la población palestina.


Esta fue la política que siguió el Estado sionista desde su misma creación. El “plan D” de Ben Gurion estableció el cerco de las ciudades y aldeas palestinas, dejando una única salida abierta… hacia la frontera.


¿Cuál es la situación actual de los palestinos dentro de Israel?


Nosotros somos ciudadanos del Estado israelí, pero somos ciudadanos de tercera categoría, detrás de los ciudadanos de origen judío e incluso de los extranjeros de otras nacionalidades, como los provenientes de Rusia, Africa o Asia. Aunque somos ciudadanos, Israel nos trata como enemigos. La policía israelí asesinó a trece de los nuestros durante la manifestación que organizamos para repudiar la presencia de Sharon en la parte oriental de Jerusalén, en el comienzo de la actual Intifada. Cientos de palestinos fueron masacrados por el Ejército sionista en sus propias aldeas, desde 1948, sin interrupción.


Hay decenas de leyes que el Parlamento israelí promulgó para quitarnos nuestras tierras y propiedades, para tomar más y más tierras, para destruir más y más viviendas palestinas. La destrucción de las viviendas palestinas es un método que los sionistas también aplican dentro de Israel, no sólo en Gaza o Cisjordania. Tienen leyes, por ejemplo, que permiten la expropiación de los “propietarios ausentes”: con las masacres y la destrucción de viviendas, obligan a huir a los palestinos; después expropian su tierra “legalmente”.


El 53% de los palestinos que viven dentro de Israel son refugiados, que fueron expulsados de sus ciudades y aldeas, tomadas por los sionistas, y obligados a vivir en otras aldeas. El 22% de los ciudadanos israelíes es palestino pero sólo el 2,5% de la tierra es propiedad de los palestinos.


Para que los compañeros entiendan en Argentina cómo funciona el Estado de apartheid sionista, ¿cómo es el sistema educativo y de salud en Israel?


Los niños palestinos y judíos van a escuelas separadas. Estudios realizados en el distrito de Misgav mostraron que las escuelas para niños judíos reciben, en promedio, 18 veces más fondos que las escuelas para niños palestinos. En otras regiones, la situación es todavía peor. En el último informe presentado por los responsables de la educación de los niños palestinos, se estima que se necesitan 4.000 aulas adicionales para cubrir las necesidades educativas de la población palestina. Las escuelas palestinas no tienen lo mínimo indispensable, cosas que siempre hay en las escuelas judías. Son los padres, la comunidad palestina del barrio o la aldea los que sostienen las escuelas palestinas.


Los niños palestinos son obligados a estudiar los mismos programas que los niños judíos. Deben aprender lengua y literatura hebrea, historia hebrea, geografía con nombres hebreos. Durante años se les ha enseñado a nuestros niños que Yoni Netanyahu (hermano del antiguo primer ministro) fue un “héroe” y un “martir” por su participación en la Operación de Entebe y que los luchadores palestinos son “terroristas”. La literatura y la historia palestina están excluidas de la escuela para los niños palestinos. El sistema educativo es un intento de extirpar en nuestros niños su conciencia y su identidad nacional. Los maestros de los niños palestinos son designados, no por el Ministerio de Educación, sino por la seguridad interior del Estado sionista (Shabak).


No hay hospitales árabes. En Nazareth, por ejemplo, hay tres que están manejados por la Iglesia. Los palestinos deben ir hasta ellos, atravesando los controles carreteros sionistas, que regularmente demoran y eventualmente impiden el paso de los enfermos. En el sur, en Neguev, donde viven 70.000 palestinos, no hay una mínima atención médica para ellos.


El comienzo de la segunda Intifada se caracterizó por una valiente participación de los palestinos que viven dentro de Israel. ¿Cuál es el significado de esta unidad de los palestinos dentro de Israel, de Gaza y Cisjordania?


Hay un punto importante que ahora es claro: los palestinos dentro de Israel estamos en la misma lucha que nuestros hermanos en Gaza y Cisjordania. Israel ha fracasado en hacernos olvidar nuestra identidad nacional, especialmente a los jóvenes. Más del 60% de los palestinos dentro de Israel son menores de 18 años.


¿Cuál es su posición frente a la “hoja de ruta”?


Vemos la “hoja de ruta” como la continuación del “proceso de Oslo”, pero la consideramos más peligrosa. El primer objetivo de la “hoja de ruta” es ponerle fin a la Intifada y, también, terminar con la cuestión de los refugiados. La lucha palestina enfrenta su desafío más difícil, su etapa más difícil, porque enfrenta una alianza de los imperialistas de Estados Unidos y la Unión Europea, al sionismo, y a la propia burguesía “compradora” palestina que se ha unido a ellos en función de sus propios intereses de clase, de sus propios “negocios”. Tenemos una gran necesidad de apoyo real y efectivo de los movimientos revolucionarios en todo el mundo.


¿Cuál es, en tu opinión, la solución a esta masacre sangrienta en Medio Oriente?


Vemos que la principal razón de la masacre de los pueblos en la región es la necesidad del imperialismo de poner la mano sobre Medio Oriente y controlarlo. Ellos son los que sostienen al Estado sionista. Esta guerra continua no finalizará sin expulsar al imperialismo y sin construir un único Estado democrático para todos, para los palestinos y para los judíos, que garantice el derecho de los refugiados a volver a sus tierras y propiedades. Nosotros esperamos que esta Palestina sea parte de una Federación Socialista de Estados Arabes.