Los Lula y los Kirchner frente a la intervención militar en Colombia

La cumbre de presidentes latinoamericanos (Grupo Río), reunida en Cuzco, acaba de “solicitar la intervención de las Naciones Unidas” en el conflicto con las Farc. El “Consenso de Cuzco”, aprobado el reciente fin de semana, reclama que la Onu llame a las Farc a desarmarse e iniciar negociaciones de paz; de lo contrario, continúa, “se buscarían otras alternativas”. Según la propia explicación de Uribe, “la mediación de la ONU constituye ‘la última oportunidad’ para la paz y, si es rechazada por la guerrilla, ésta deberá ser ‘derrotada militarmente con apoyo internacional’…” (Página/12, 24/5). Este planteo de intervención internacional lleva la firma de Lula, Lucio Gutiérrez, Lagos y el representante de Duhalde, entre otros, aunque fue criticado por Chávez.


El mismo día, los cancilleres del G-8 (los países imperialistas más Rusia), reunidos en Francia, respaldaron en forma incondicional “la acción del presidente Uribe y del gobierno colombiano a favor del fortalecimiento de la autoridad del Estado” y aportaron su “apoyo sin reservas a la política de firmeza frente a los grupos armados ilegales” (ídem).


La canciller española, Ana Palacio, declaró que “Colombia es para España y para la UE una prioridad”; el ministro para América Latina de Inglaterra, por su parte, afirmó que “la ayuda (contra el terrorismo) es cien por ciento incondicional” (Tiempos, 22/5). De visita en Bogotá, la ministra española informó que, en los últimos cuatro años, la UE desembolsó “ayudas” a Colombia por 600 millones de dólares (200 millones de los cuales provenían de la propia España) y reclamó “una ayuda aún mayor”, que “le entregue a los colombianos nuevas herramientas que fortalezcan su tarea contra la subversión” (ídem). Uribe, en respuesta a la ministra, reclamó que esa “mayor ayuda” se traduzca en un “respaldo militar europeo”, tanto de conjunto de la Unión como de cada uno de sus países.


Reforzando el planteo de la intervención militar, Condolezza Rice, secretaria de Seguridad Nacional norteamericana, planteó que “Estados Unidos está en contra de sostener negociaciones con los terroristas (…) esperamos que nadie negocie de alguna manera con ellos” (ídem).


Con la consigna de defender el “estado de derecho”, se está preparando una gigantesca intervención militar en Colombia. Los Duhalde y los Kirchner son de la partida.