Los objetivos reaccionarios de un gobierno servil

Duhalde apoya a Bush contra Irak

Sin que nadie se lo pidiera y sin que nada lo exija, Duhalde y Ruckauf le dieron un respaldo incondicional al ultimátum y a las amenazas guerreras de Bush contra Irak.


La nueva muestra del servilismo de los “nacionales y populares” no tiene, sin embargo, nada que ver con ninguna preocupación sobre la “seguridad global”, como argumentaron los cipayos.


Tampoco con el hecho, señalado por algunos, de que una nueva genuflexión “facilitaría” las “negociaciones” con el FMI y el “socorro” financiero norteamericano a Argentina. Saben que un gesto tan “devaluado” como el “apoyo moral” no puede “comprar” nada.


Duhalde y Ruckauf apoyan la masacre del pueblo iraquí en función de los intereses generales de los explotadores argentinos. Esperan que una victoria del imperialismo en Medio Oriente abra un nuevo cuadro internacional que les permita avanzar en una salida de fuerza contra los piqueteros, las asambleas populares, las fábricas ocupadas, la juventud y el pueblo rebelado de nuestro país. Como la que intentaron, sin éxito, en el Puente Pueyrredón.


El servilismo del gobierno argentino ante el imperialismo es una razón más para echarlos a todos. Para el pueblo argentino, la lucha contra la guerra imperialista es, también, una lucha por la defensa de sus organizaciones y de sus luchas, que los Duhalde y los Ruckauf no dudarán en atacar si los norteamericanos triunfan en Irak.