Los padres de la criatura

Los lectores de “Prensa Obrera” estarán de acuerdo con nosotros en que uno de los fenómenos recientes de mayor notoriedad son los juicios por reconocimiento de paternidad que siguen (y con éxito) muchas mujeres que han tenido hijos extramatrimoniales. Son conocidos los casos de Maradona, Cabañas y Scioli, aunque la lista es más larga y no se reduce al deporte. Incluso han circulado versiones periodísticas que atañen al presidente Menem.


¿Debería, entonces, contratar un abogado el Foro de San Pablo? ¿No sería la hora ya de hacer el despistaje genético de éste?


Como es harto conocido, al menos en ciertos círculos, el Más, Mst y el Pts, es decir el morenismo, vienen llevando una tenaz campaña de denuncia de la pertenencia del Partido Obrero a ese Foro. Se trata por cierto de una campaña falaz, porque el Partido Obrero asiste a las reuniones del Foro de San Pablo en calidad de oposición, y no de cualquier oposición, sino de oposición marxista. Se ha repetido invariablemente la escena del Partido Obrero votando solo contra las resoluciones del Foro, luego de haber intervenido en todos sus debates y fijado sus posiciones por escrito. Destaquemos que participan en el Foro la casi totalidad de las fuerzas de izquierda de América Latina; el ciento por ciento de las que tienen un carácter de masas; y una buena parte de las organizaciones y líderes por los cuales el Mas, el Mst y el Pts llaman a votar cuando hay elecciones en los países respectivos. A pesar del purismo revolucionario con que ha actuado el PO en el Foro, los morenistas han utilizado todos los medios para desnaturalizarlo y el Mas llegó a falsificar citas para justificar sus ataques (ver Solidaridad Socialista  del 28/7/93 y Prensa Obrera Nº398, 12/8/93).


¿No resulta todo esto sospechoso? ¿No suena a una operación de encubrimiento?


En efecto.


Como lo relata “Solidaridad Socialista” del 11 de julio de 1990, cuando era el órgano del Mas anterior a sus escisiones, el primer encuentro del luego llamado Foro de San Pablo “fue organizado por el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, (que) contó con una amplia representatividad de las principales fuerzas de izquierda del continente… Una delegación del Mas y otra del PT paraguayo, participaron del Encuentro”.


Los primeros indicios genéticos, entonces, ya permiten suponer que el morenismo en su conjunto, es decir tanto el Mas como el Mst, son los padres de la criatura que hoy parecieran repudiar, o de la que se valen de cortina para atacar falazmente al PO.


Pero los exámenes químicos subsiguientes van más lejos aún. Ocurre que en oportunidad de ese primer Encuentro la organización brasileña hermana del Mas integraba el Comité Nacional y el Comité Ejecutivo del PT, partido que organizó el Encuentro. Pues bien, esa organización, Convergencia Socialista, votó en la dirección del PT a favor de la iniciativa de invitar a la izquierda latinoamericana a formalizar un tal Encuentro, lo que incluía a notorios partidos patronales, como el PRD de México o el PDT, de Brizzola, de Brasil, Seregni, de Uruguay, y el M-19 de Colombia. Este papel excepcional del morenismo en la fundación del vilipendiado Foro de San Pablo y de la llamada “cueva de traidores”, explica otro hecho absolutamente excepcional: QUE SE OTORGARA AL MAS LA CONDICION DE MIEMBRO INFORMANTE DEL PRIMER PUNTO DE LA REUNION, REFERIDO A LA SITUACION MUNDIAL. Esto jamás ha ocurrido, ni podría ocurrir con el PO, precisamente por su condición de oposición revolucionaria a la izquierda democratizante de América Latina.


No conocemos, hasta el día de hoy, ningún documento público, de circulación abierta y clara, en el que el Mas o el Mst hayan revisado esta posición y hayan ido a la raíz en la crítica a su condición de padres fundadores del luego llamado Foro de San Pablo. Porque una cosa es participar en un Foro donde dominan posiciones antagónicas a las propias, otra cosa diferente es  respaldar políticamente la organización de un Foro político con posiciones democratizantes y proimperialistas. El miembro informante del Mas, relata su periódico, fue Eduardo Expósito, hoy del Mst; el otro delegado del Mas fue Eduardo Pujals, máximo dirigente emesetista. Pero la delegación del PT paraguayo hoy revista en el sector del Mas. Todo bien repartido, como se ve.


Pero el despistaje genético revela más datos aún.


El balance que el periódico del Mas ofrece del Encuentro es prácticamente de apoyo sin reservas, más algunas yerbitas. Es decir que el morenismo fue padre material de la criatura, pero también espiritual, o sea ideológico. Es que el balance del Mas reproduce con aprobación la declaración final del Encuentro cuando dice que éste fue “inédito por su amplitud y por la participación de las más diversas corrientes ideológicas de la izquierda…”. Esas diversas corrientes son precisamente los partidos patronales que le dan al Foro una fisonomía de colaboración de clases.


Es importante destacar que, con relación a Cuba, el periódico del Mas cuenta que “se debatió si en Cuba debe o no haber partido único. La dirección cubana sostuvo esta posición y otras fuerzas —entre las que se contaban el PT y las delegaciones trotskistas— sostuvieron la posición contraria”. Se deduce de aquí que hubo un frente único entre el PT y los trotskistas, algo extremadamente grave porque significa que las delegaciones del Mas apoyaron la posición democrática proimperialista del PT sobre Cuba; y significa que no la denunciaron en nombre de una democracia basada en la dictadura del proletariado.


El examen genético definitivamente concluído, se condena al Mas a reconocer la paternidad de la criatura llamada Foro de San Pablo, con el agravante de la alevosía física y espiritual. Esperamos que después de este fallo, los impostores se llamen a una necesaria reflexión.


¿Y el PO?


El PO se perdió la “avant-premier” y la “premier” del Encuentro, y por eso no pudo escuchar al miembro informante Eduardo Expósito, porque hasta la medianoche del domingo previo al Encuentro, que se iniciaba el lunes, tenía el veto de la mayoría de la dirección del PT —que era la que decidía acerca de los invitados. El PO entró, entonces, en el Foro en calidad de opositor desde el inicio, cuando una votación final en el PT alteró las decisiones anteriores. Resultado de la prueba genética inicial: negativo. Los hijos del PO son los que éste, matrimonial o extramatrimonialmente, ha reconocido.


¿Y espiritualmente? El balance del PO de ese primer Encuentro es muy claro, e incluso denuncia al Mas por encubrir “las características de ‘frente popular’ que tuvo la composición de la reunión… Esta característica del Encuentro descartó de antemano la posibilidad, decía Altamira (Prensa Obrera Nº 309, 26 de julio de 1990), de que la reunión pudiera convertirse en un principio de reagrupamiento político internacionalista de partidos obreros… La presencia del Partido Obrero… tuvo por finalidad defender una política internacionalista de cara a la enorme crisis del movimiento obrero mundial…”. En este Encuentro el PO planteó un apoyo a las luchas obreras en la Unión Soviética y en particular a las huelgas obreras que se iniciaban contra el entonces gobierno de Gorbachov, así como una campaña contra lo que se consideraba (y fue) una inminente invasión norteamericana a Panamá.


De nuevo, los impostores deben reflexionar o callarse definitivamente la boca. Los activistas y los luchadores deben sacar sus propias conclusiones.