Los petroleros de Estados Unidos van a la huelga


Unos 3.800 trabajadores nucleados en el United Steel Workers (USW) entraron en huelga el 1° de febrero en reclamo de mejores salarios y mejores condiciones de trabajo. La medida afecta a importantes empresas, que refinan el 10% de las naftas, el diésel y otros combustibles. Shell y Marathon, entre otras compañías, anunciaron 'planes de contingencia' para tratar de mantener la producción, un eufemismo que refiere a “mantener las operaciones con equipos de gestión no sindicalizados” (New York Times, 2/2).


 


A mediados de enero, las patronales y el sindicato comenzaron las negociaciones para la renovación de un convenio de trabajo que abarca a 63 plantas del país. Los trabajadores reclaman un aumento salarial (según el portal Terra -3/2-, una duplicación), mejor paga de las horas extras, “cuidado de la salud (…) y (por) los niveles de dotación de personal, que los líderes sindicales dicen que son demasiado bajos, dejando a los trabajadores cansados y propensos a errores” (New York Times, ídem). Asimismo, los trabajadores han advertido sobre problemas de seguridad que derivan en incendios, fugas y explosiones, que amenazan tanto a los trabajadores como a las comunidades donde están emplazadas las plantas.


 


Las negociaciones están estancadas desde el 21 de enero. Las patronales rechazaron cinco propuestas obreras: “un estancamiento prolongado podría llevar a una huelga nacional de (los) 30.000 trabajadores sindicalizados en las refinerías, plantas químicas e instalaciones de tuberías, lo que podría afectar potencialmente a casi dos tercios de la producción de combustible de la nación” (ídem). Los precios de la nafta y el diésel en los surtidores norteamericanos subieron por las preocupaciones sobre el suministro.


 


Crisis y disputas


Como parte de la puja internacional por el nivel de los precios del petróleo y de la disputa por los mercados, derivada de la crisis mundial, quebró la primera compañía norteamericana de gas de esquisto (que requiere precios elevados para hacer rentable su extracción). “WBH Energy se ha convertido en la primera compañía (…) que ha quebrado desde que los precios del crudo se derrumbaron hace seis meses” (Aporrea, 9/1), pero son varias las que estarían suspendiendo sus planes de perforación de los pozos. Gordon Kwan, director de análisis petrolero de Nomura, estimó que “un descenso de entre el 15 y el 20% de la producción estadounidense (eliminaría) el exceso de oferta mundial de 1,5 millones a 2 millones de barriles diarios” (Wall Street Journal, 2/2).


 


La huelga en las refinerías es un indicio de que los trabajadores no se adaptarán mansamente a los avatares de la crisis capitalista. Según algunos medios, la huelga petrolera norteamericana es la más importante desde 1980. Por su triunfo. Que la crisis la paguen los capitalistas.