Los sindicatos de California reclaman el retiro yanqui

El pasado 13 de julio la vigésimo quinta Convención anual de la Federación de los sindicatos del estado de California se pronunció por el inmediato fin de la ocupa­ción de Irak y la derogación del Acta Pa­triótica que cercena los derechos sindicales y civiles en los EE.UU. La Federación de la costa oeste representa a más de dos millo­nes de afiliados y es la más importante de la AFL-CIO, con más de un sexto de sus miembros.


La resolución fue inspirada por un fuerte proyecto presentado por el Consejo Sindical de San Francisco. Los organizado­res de la Convención lograron modificarlo para plantear el fin de la ocupación en el “momento oportuno”. Pero tras varias in­tervenciones se volvió al texto original.


La Convención votó también una reso­lución que reclama a la AFL-CIO nacional “ejercer un extremo cuidado en la búsque­da o la aceptación de fondos del gobierno, de sus agencias o de cualquier otro tipo de instituciones que reciban fondos oficiales”. Es que -dice la resolución- en Chile, Irak o Venezuela la AFL-CIO canalizó fondos de la National Endowment for Democracy pa­ra favorecer intereses del gobierno de los


EE.UU.


La Convención votó “renunciar a cual­quier ligazón que pueda comprometer nuestra verdadera credibilidad y la con­fianza de la AFL-CIO entre los trabajado­res de los EE.UU. y del extranjero, que co­locaría a la AFL-CIO como agente del go­bierno de los EE.UU. o de las corporacio­nes económicas de la globalización”.


Por esto mismo, la Convención californiana votó impulsar una financiación del programa y las actividades de la AFL-CIO “con fondos generados directamente por sus afiliados y sus miembros”