Los trabajadores Disneyland conquistan un 40% de aumento salarial

Una política salarial inhumana detrás de la compañía de diversión para niños.

Disney es conocida mundialmente no sólo por ser la compañía multinacional de entretenimiento infantil más grande del mundo, sino también porque la forma en que la maneja sus números haría sonrojar a los propios personajes de Piratas del Caribe. Pero esta semana, una coalición de sindicatos que agrupa un total de 8.600 trabajadores de Disneyland Resort en Anaheim, California, logró arrancarle a la billonaria empresa un aumento salarial del 40%. El acuerdo, que entrará en vigencia el 1 de enero de 2019, se anticipa en tres años a la entrada en vigencia del salario mínimo obligatorio que en California alcanzará los 15 dólares por hora recién en 2022. El aumento cubre a los trabajadores de las áreas de boletería, operadores, limpiadores, empleados de tiendas y conductores de camiones y autobuses. Los directivos decidieron ceder al reclamo de aumento salarial cuando una coalición de sindicatos anunció la convocatoria a una manifestación con inicio de huelga de hambre planificada para el viernes, que fue levantada ante la oferta patronal.


 El ratón de Disney


Los líderes de la empresa rápidamente emitieron un comunicado autocomplaciente felicitándose a sí mismos por un trato "histórico" y "sin precedentes". El parque de atracciones Disneyland Resort, sin embargo, cuenta con más de 30.000 empleados y los miembros de los dos sindicatos más grandes del complejo, que representan a los trabajadores del servicio de alimentos y hoteleros, quedaron afuera del acuerdo. Tampoco abarca a los trabajadores sindicalizados de servicio de seguridad, músicos, peluqueros y artistas de maquillaje y, por supuesto, los miles que no tienen representación sindical no verán un centavo de dicho aumento. Disney dijo que los salarios de éstos trabajadores se negociarán por separado. La empresa omite también que los sindicatos recaudaron más de 20.000 firmas entre la población con el fin hacer calificar una propuesta electoral que, de votarse positivamente, obligaría a que Walt Disney Company pague un salario digno (“living wage”) de 15 dólares la hora.


Disneyland: ningún cuento de hadas


En “el lugar más feliz del mundo”, como Walt Disney Company suele publicitar sus parques temáticos, la felicidad de los trabajadores parece no estar contemplada. Resulta ser que los empleados del complejo de Disneyland de California percibían un salario promedio de 11 dólares por hora, es decir, el mínimo estipulado por la ley y considerado salario de pobreza (“poverty wage”) para una familia de tres personas. Un estudio publicado en 2017 sostuvo que un trabajador que ganaba 20 dólares tendría que trabajar 70 horas a la semana para pagar un departamento de dos ambientes.


Pero lo que golpeó a Walt Disney Company fue la noticia de que una trabajadora de Disneyland de 61 años fue hallada muerta en el lugar dónde se encontraba viviendo hace siete años: un auto Honda Civic. La historia de esta mujer afroamericana llamada Yeweinishet "Weini" Mesfin, que vivía en su automóvil y utilizaba las duchas de un gimnasio para bañarse, llegó a las páginas de los periódicos de todo el mundo. Muchos trabajadores de Disney cuentan que desde aquel suceso comenzaron a romper el silencio acerca de los salarios de miseria de Disney que obliga a los trabajadores a vivir en sus automóviles porque no les alcanza para costear una vivienda. Se estima que la cantidad de trabajadores “homeless”, como se conoce a los que no tienen hogar, en el sur de California es altísima. Luego de trascendida la noticia, los voceros de Disneylan afirmaron que no revelarán cuál era el salario de Mesfin por cuestiones de confidencialidad. Tratando de silenciar esta mala publicidad sobre trabajadores que duermen en sus autos o de los que dependen del banco de alimentos del sindicato para poder comer, la empresa se vio presionada para otorgar un aumento salarial a un sector de trabajadores.


El amigo Donald


Disney es una corporación de 150 mil millones de dólares, que obtuvo 9 mil millones en ganancias el año pasado. En 2017 el presidente Donald Trump logró aprobar en el Congreso de Estados Unidos una reforma impositiva que significó un considerable descuento fiscal para numerosas grandes compañías. Disney fue una de las beneficiadas por el descuento de Trump, con una rebaja de $1,6 mil millones de dólares de impuestos. Como si esto fuera poco, también ha recibido cientos de millones en exenciones fiscales locales de la ciudad de Anaheim. Los descuentos de Trump a Disney cobraron revuelo cuando la misma nieta de Walt Disney subió un video a las redes sociales contando que Trump le estaba otorgando un “inmenso regalo” que pagará la población. El año pasado trascendió la información de que Walt Disney Company firmó un acuerdo para comprar gran parte de la cadena FOX del magnate de medios Rupert Murdoch, por un valor de 52.400 millones de dólares.


El senador demócrata Bernie Sanders viajó a Anaheim el año pasado y realizó un acto con cientos de trabajadores de Disneyland exigiendo un salario digno. La campaña siguió en las redes sociales y dió un batacazo con la transmisión en vivo por Facebook de un debate convocado por Sanders llamado “CEOs vs Workers”, a la que fueron invitados para debatir un CEO y un trabajador de cada una de cinco empresas (American Airlaines, Disney, Amazon, Wal Mart y McDonalds). Allí los trabajadores dieron conmovedores testimonios acerca de los bajos salarios, las malas condiciones laborales y la pésima calidad de vida que deben llevar con esos ingresos. Ninguno de los CEOs decidió participar del debate y sus sillas vacías quedaron a la vista del público como muestra de la incapacidad de los directivos de las empresas para enfrentar cara a cara a sus propios empleados. El evento transmitido en vivo fue visto por un millón de usuarios solamente en Facebook, lo cual demuestra el enorme apoyo popular al reclamo de los trabajadores.


A la huegla


 A pesar de la conquista del 40% de aumento, miles de trabajadores de Disneyland quedaron excluidos del acuerdo y librados a su propia suerte. Los beneficiados, de todas maneras, cobrarán un salario que se encuentra lejos de lo que se entiende en Estados Unidos por un salario digno, calculado en 30 dólares la hora. La miseria salarial que paga Disney dejó al desnudo la política inhumana que se esconde detrás de los personajes animados que entretienen a millones de niños en el mundo. Esta empresa multinacional, que no permite a muchos trabajadores acceder a una vivienda digna, es además premiada por Trump con exenciones impositivas que pagarán los trabajadores de todo el país. Los sindicatos decidieron levantar la huelga de hambre anunciada a cambio de un acuerdo que beneficia a menos de la mitad de los empleados del complejo recreativo. Pero los trabajadores de Disneyland tienen una larga historia de lucha contra la política de miseria salarial de la compañía. En 1984 llevaron a cabo la huelga más larga de su historia, con 22 días de paro con piquetes en las entradas del parque contra la decisión de la empresa de firmar un nuevo contrato que incluía un congelamiento salarial por dos años y recortes en los beneficios de salud. La salida para los trabajadores es retomar esa tradición de lucha.