Los yanquis devaluaron a Mexico

Desde el comienzo dijimos, en estas páginas, que la devaluación mexicana de diciembre pasado, había sido ordenada por el gobierno norteamericano. Ahora tenemos la confirmación oficial.


En efecto, de acuerdo a la revista Newsweek (27/3), “El Banco Mundial favorecía un peso más barato para hundir el extraordinario déficit comercial. Lo mismo planteaba la Tesorería de los Estados Unidos, que urgió en privado una devaluación del 30% o más. ¿Por qué no lo hizo públicamente? El subsecretario del Tesoro, Lawrence Summers, insiste: ‘No es apropiado que los gobiernos oficiales desestabilicen los mercados privados’”.


El domingo pasado, el funcionario mencionado por Newsweek confirmó lo señalado en un artículo en Página 12. Allí, Summers revela que “no se permitió (a México) disponer de las líneas permanentes de créditos recíprocos”, porque la función de ellos no era “sostener la moneda ante una política insostenible”.


El subsecretario yanqui se queja en Página 12 de “que la devaluación no se hizo adecuadamente” y de que “el resultado previsto no era poner a México al borde de la cesación de pagos”. El funcionario ya habla aquí como inspirador y autor de la devaluación, lo que coloca a México como simple colonia. No se entiende qué es lo que Summers entiende por devaluación inadecuada, cuando él mismo había propuesto que fuera de una magnitud tal, un 30%, que debía necesariamente provocar la cesación de pagos de amplios sectores y, por lo tanto, del propio país.


Lo anterior debe ser tenido en cuenta en momentos en que se escucha a los yanquis jurar que defienden la “estabilidad” argentina, incluso cuando ya han habido varios trascendidos que aseguran que el FMI apoya una devaluación del peso. Ocurre que la desvalorización de las monedas latinoamericanas frente al dólar y la fuga de capitales de la región hacia los Estados Unidos, están compensando la desvalorización del dólar frente al yen y al marco, y compensando también la salida de capitales de los Estados Unidos hacia Europa. América Latina es una plataforma exportadora norteamericana, por eso les interesa hoy a los yanquis que devalúen sus monedas y ayuden así a los capitales norteamericanos en la guerra comercial con Japón y Alemania, especialmente.


Bordón le acaba de mandar una carta de apoyo al FMI, porque sabe que éste favorece la devaluación del peso y, por lo tanto, los intereses exportadores. Es bien probable, a la luz de esto, que sean los capitales europeos los que apoyen la “estabilidad” de Cavallo.