Luchas en Rusia

En medio de protestas callejeras, el Parlamento ruso aprobó la ley que elimina todos los beneficios sociales vigentes desde la época soviética.


Fueron eliminados el transporte gratuito, los descuentos en el costo de los servicios públicos y la atención médica gratuita para los jubilados, al igual que los subsidios que beneficiaban a las madres solteras, las familias numerosas, los veteranos de guerra y los jóvenes sin medios para pagar sus estudios. La misma ley, además, liquida el salario mínimo.


Estos “privilegios”, como los ha definido con total hipocresía Putin, serán reemplazados por pagos en efectivo, cuyo monto se desvalorizará rápidamente. El Estado federal transfirió esas erogaciones a las provincias y regiones, en la mayoría de los casos incapaces de asegurar su pago.


Las protestas organizadas por los jubilados frente al Parlamento fueron reprimidas a golpes por la policía antimotines. Un diputado comunista llamó a la “huelga general indefinida” contra las medidas.


La liquidación de los subsidios es un golpe demoledor a la masa más empobrecida de Rusia. Aún con la vigencia de estos subsidios, 48 millones de rusos viven en la miseria; 31 millones no alcanzan el ingreso mínimo de supervivencia. La eliminación de los subsidios elevará drásticamente estas cifras.