Lula al default


El fracaso más grande de los Lula y compañía no es haber aplicado la política de los banqueros y latifundistas, ni gobernar en coalición con el centro, la derecha y hasta la extrema derecha de la burguesía brasileña, sin por eso recibir la gratificación de un voto favorable para presidir el Congreso.


 


El fracaso más grande radica en que todo eso fue justificado para evitar la caída en la bancarrota (default) y encontrarse ahora más cerca de esa quiebra que nunca.


 


La agencia EFE acaba de informar que la deuda pública de Brasil es de 402.000 millones de dólares. Pero el problema de fondo no es siquiera ese, sino que la proporción de esa deuda que se encuentra nominada en reales y que se ajusta por la tasa de interés interna, es del 60%. Como en Brasil, la tasa de interés que fija el Banco Central para sus operaciones es del orden del 19%, la deuda pública se encuentra atrapada en una espiral de crecimiento imparable. El aumento de la deuda pública en la moneda del país se encuentra en parte amortiguada por la parte que le corresponde a la deuda en dólares, por la devaluación del dólar frente al real. Pero la devaluación del dólar frente al real obedece, principalmente, al ingreso masivo de capital especulativo que no esperaría un segundo en irse del país al primer síntoma de turbulencia financiera internacional. Precisamente, la suba de tasas de interés en Estados Unidos, que en una semana apenas fue de casi el 10%, es uno de los hechos que podría precipitar una fuga de capitales en Brasil.


 


La conclusión es que la alquimia política del PT ha puesto al gobierno que preside Lula ‘na corda bamba’.