El golpe de Estado en Bolivia desató una rápida respuesta popular de repudio en nuestro país. A lo largo del lunes, numerosas organizaciones populares e integrantes de la comunidad boliviana fueron peregrinando hacia la Embajada en Buenos Aires. Flameaban banderas bolivianas y la wiphala.

El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia llegó allí tras concentrarse previamente en el Obelisco. ‘Fuera el golpe de los represores, de los yanquis y de los patrones’, se escuchaba corear enfáticamente, ‘toda América lo va a enfrentar con la lucha obrera y popular’. ‘¡Mesa, Camacho, los fachos al carajo!’ sonaba también, en referencia a los dos dirigentes golpistas.

“Es un golpe orquestado por las Fuerzas Armadas, por la policía, por la oligarquía; pero con la mano indudable del imperialismo a través de la OEA, y también de Bolsonaro”, denunció  Gabriel Solano desde la movilización, y cuestionó al gobierno de Macri y al canciller Jorge Faurié que negaron considerar como un golpe de Estado lo que sucede en el país del altiplano. “Está claro que el imperialismo quiere revertir los procesos populares como la rebelión chilena o en Ecuador, las grandes luchas que colocan en cuestión la intención de los capitalistas de hacerles pagar la crisis a los trabajadores. Ahora lo buscarán hacer a través de un gobierno de fuerza, mediante un golpe de Estado”, sostuvo el dirigente del PO, y agregó: “recibimos con entusiasmo información que nos va llegando de asambleas, de sectores de trabajadores que deciden salir a las calles para derrotar el golpe en Bolivia. Esa es nuestra apuesta. Tenemos confianza en un pueblo que tiene una enorme tradición de lucha y pensamos que movilizados los obreros, los campesinos y los pueblos originarios pueden derrotar a esa oligarquía reaccionaria. El Partido Obrero va a estar con ellos”.

Karina, compañera boliviana del Polo Obrero del Bajo Flores, manifestó preocupada que “El golpe de estado es muy fuerte para nosotros. Evo Morales tendría que haber defendido al pueblo, con movilizaciones masivas de nuestra gente, pero no lo hizo”. Otra compañera, Nancy, oriunda de Cochabamba, sostuvo que se trata de “un golpe de los burgueses y los oligarcas. Bolivia está atravesando una crisis social (…) y los oligarcas están sembrando xenofobia y racismo. Con nuestra movilización y nuestro apoyo el pueblo boliviano va a salir adelante, las organizaciones vecinales están conformadas y hay mucha fuerza para resistir”. En el mismo sentido, la dirigente del PO Vanina Biasi planteó que “no alcanza solo con repudiar el golpe. Para enfrentar a los fascistas hay que movilizarse y organizarse como lo está haciendo el pueblo boliviano en El Alto, en La Paz. Necesitamos poner en pie las organizaciones, llevarlas a la calle, que los sindicatos se pronuncien”. 

La gran convocatoria para enfrentar el golpe en Bolivia muestra una importante disposición de los trabajadores de Argentina a movilizarse para derrotar a los derechistas y al imperialismo. Así, se expresó en forma inmediata el apoyo al pueblo boliviano, que tiene por delante una pelea fundamental para los explotados de toda América Latina.