‘Megafusiones’ que “estremecen al mundo”

Tras el anuncio de la fusión del Citicorp —el segundo banco comercial— con Travelers Group —la Nº 1 en servicios financieros— se conoció la de BankAmerica y NationsBank, quinto y tercer bancos comerciales de los EE. UU., y la de Banc One y First Chicago que están detrás de los anteriores. El nuevo Citigroup se transformó en el mayor pulpo bancario y financiero del mundo; la fusión de BankAmérica y NationsBank da lugar al “mayor banco de EE.UU.” (The Wall Street Journal, 13/4).


Este proceso de fusiones culmina una etapa de fuerte especulación. “En los cinco años terminados al 31 de marzo, informa el diario Bae (8/4), los accionistas de Travelers Group obtuvieron un beneficio total de 469% … mientras que las acciones de Citicorp ganaron 420 por ciento. Durante el mismo período el índice (bursátil promedio) ganó 174 por ciento”. Se trata de la formación de una pirámide que ni remotamente traduce un crecimiento equivalente de riqueza.


Hace sólo 7 años, en 1991, el Citicorp estaba, sin embargo en la ‘lona’, con pérdidas por casi 500 millones de dólares; “las acciones llegaron a cotizarse a 8,50 dólares” (The Wall Street Journal, 8/4); ahora, tras la fusión, treparon a 180 (Bae, 8/4).


‘Efecto riqueza’ y ‘salud’


Estas concentraciones reflejan la disputa por un mercado que tiene ‘demasiados’ bancos, ‘demasiadas’ financieras y ‘demasiados’ especuladores. La constitución del Citigroup fue una respuesta frente a los “rumores de una posible adquisición” (The Wall Street Journal, 19/3) de Merril Lynch o Goldman Sachs, importantes ‘bancos de inversión’, por el Chase Manhattan, que ocupaba el ‘podio’ en la banca comercial de los EE.UU. El “Citigroup, por su lado, podría desencadenar una fiebre compradora de fondos de inversión” (ídem, 9/4).


Estos fondos ya reúnen “casi 5 billones de dólares” (The Economist, 28/3), que provienen principalmente de la clase media norteamericana. Pero mientras que a ésta, el dinero le rinde una tasa determinada, el uso de eso fondos por parte de la banca permite generar ganancias varias veces superiores. Esta abundancia de dinero ajeno permite también financiar la concentración de la banca en pocas manos. Todo esto presenta el peligro de que se derrumben las acciones artificialmente infladas por una abundancia de dinero y de que se produzcan quiebras entre los competidores más débiles.


Sin embargo, el 30% de las inversiones financieras en Estados Unidos tienen su origen en el exterior, paradójicamente debido a las crisis que golpean a Asia y Japón; el dinero que no se puede colocar aquí ‘vuela’ a Wall Street y ‘dopa’ al dólar, cuyo valor es muy alto con relación al yen y las monedas de Asia y de Alemania. Una reversión de la tendencia del dólar, por ejemplo, debido al creciente déficit comercial norteamericano o incluso a una profundización de la crisis asiática, alcanzaría para ‘pinchar’ toda la bola especulativa, con su consecuencia de quiebras y bancarrotas.


‘Lustre’ y bancarrota


A pesar del ‘boom’ de Wall Street, “los analistas han estado reduciendo sus pronósticos sobre ganancias en el primer semestre del año más allá de lo normal. El 2 de enero, anunciaban un crecimiento promedio de las ganancias durante el primer trimestre de 1998 de un 10,4% … Ahora prevén un crecimiento de sólo un 1,3%. Los beneficios en expectativa para el segundo trimestre han sido reducidos desde un 12,9% a un 6,9%”(The Economist, 28/3). Esta caída de los beneficios deberá reducir fuertemente los rendimientos de las acciones infladas. Si por ahora los analistas no revelan mayor preocupación por este hecho, ello se debe a que entienden que los inversores de clase media o del exterior no tendrían de todos modos otro lugar mejor para invertir. Se trata de una suposición que revela que la gran burguesía tiene financieramente secuestrada a la clase media y, también, que todo pende de un hilo.


La ‘megacorporación’ entre el Citi y Travellers no es un fenómeno nuevo ni tampoco está reducido al sector bancario. Cada nueva ‘fusión’ superó en dimensiones a la anterior. Así sucedió con la Boeing-Mc Douglas en la aeronáutica; con WorldCom-MCI en las telecomunicaciones; o con la de Glaxo y SmithKline, en la industria farmacéutica —aunque terminó fracasando.


Este proceso, por su envergadura, tiene sólo antecedentes en el proceso de concentración y centralización capitalista que precedió a la primera guerra mundial y culminó con la conformación del moderno sistema imperialista, con la diferencia de que es más parasitario aún. Está menos motivado por‘innovaciones tecnológicas’; su principal motivo es producir despidos masivos, bajar los salarios y acentuar la guerra comercial entre diferentes monopolios y países.


La ‘megafusión’ del Citi y de los otros bancos, opina The Economist (4/4), al igual que la de WorldCom-MCI en las telecomunicaciones, están dirigidas a”desplazar a los ‘viejos gigantes’ europeos que aspiran a sobrevivir en medio de la ‘jungla’…”.


Un paso en el vacío


Aunque su objetivo es mejorar los beneficios capitalistas mediante el monopolio del mercado, la fusión del Citi con Travellers es una apuesta a “torcer la historia” de “fracasos” de operaciones de este tipo (Bae, 8/4). “La operación depende de la delicada estrategia de ventas cruzadas”, por la cual ambas entidades complementarían la venta de sus productos (T.W.S. Journal, 7/4). “Estos supermercados financieros … nunca han funcionado del todo bien” y hasta “contradice la tendencia reinante en Wall Street de que las empresas de corretaje reduzcan sus comisiones … los productos de Citigroup no van a ser más baratos”, lo que sí “habrá (es) un número considerable de despidos” (ídem). “Parece haber una pequeña posibilidad de éxito para grandes ahorros en esta transacción” (Bae, 8/4).