Movilizaciones, piquetes y huelgas en la fábrica de los sueños

Los actores de publicidad de radio y TV yanquis mantuvieron, desde abril hasta octubre del año pasado, una larga huelga que paralizó parte del negocio del espectáculo e infligió una derrota a los grandes monopolios, que acusaron pérdidas por 500 millones de dólares y debieron ceder ante las demandas sindicales: 1) aumento del porcentaje de regalías cuando los avisos entran en alta rotación; 2) control sindical para supervisar la veracidad de las liquidaciones, según la emisión de las tandas; 3) jurisdicción gremial para la publicidad creada para Internet.


Un trabajo presentado por Price-Waterhouse-Goopers sostiene que el negocio de la publicidad en Internet crecerá, en el próximo lustro, hasta los 20 mil millones de dólares, solamente en los EE.UU.


El vencimiento de los convenios colectivos de los sindicatos SAG (de actores) y WGA (de guionistas) ha colocado al rojo vivo el pliego de reivindicaciones a presentar.


En EE.UU. la industria del entretenimiento es, económicamente hablando, la tercera en importancia. Según el WGA, las ventas de series facturadas en EE.UU. han aumentado 47% en los últimos cinco años, especialmente en Europa.


Sólo en EE.UU. los dividendos del cable aumentaron de 703 millones a 14.000 millones de dólares en los últimos quince años.


Durante la lucha de los actores de publicidad, fueron participando activamente destacadas actrices y actores de cine, como Susan Sarandon, que se movilizó varias veces en distintos piquetes, y Tim Roobins.


En los preparativos del pliego de reivindicaciones se ha abierto una campaña de esclarecimiento de lo que está en juego; esto ha significado que el SAG *que cuenta con 135.000 afiliados* haya recibido el respaldo del 93% de los trabajadores para ir a la huelga.


Se ha puesto en marcha un fondo de huelga, ya que se considera que van a una larga lucha. Helen Hunt, Kevin Spacey, Bruce Willys, Harrison Ford, Eddie Murphy y Nicolas Cage ya aportaron cien mil dólares cada uno.


Las superestrellas Richard Dreyfuss, Paul Newman y Julia Roberts hablaron en un multitudinario acto gremial frente a sus compañeros de sindicato, donde el 60% de los afiliados gana 6.000 dólares anuales.


Una muestra de que la situación quema es que la conocida modelo Elizabeth Hurley fue expulsada del sindicato por desconocer la huelga decidida por los actores de radio y TV y filmar un aviso. La gravedad de esta medida debe ser analizada en el marco que, en EE.UU., los actores para trabajar deben presentar su carnet sindical. Hasta el famoso Tigger Woods tuvo que pagar una multa sindical de 100.000 dólares y pedir disculpas por hacer un aviso para Buick en Canadá; antes se había negado a hacer una publicidad para Nike en EE.UU.


Los vigorosos piquetes, el antecedente no sólo de la huelga triunfante de los actores publicitarios, sino también la del WGA, que en 1988 mantuvo una huelga durante 22 semanas hasta triunfar, y el hecho de que ahora el 90% de sus 11.000 afiliados han mandatado a las autoridades gremiales para ir a fondo hasta obtener los reclamos; todo esto está indicando que debemos prepararnos para presenciar, a partir del mes de junio, uno de los más maravillosos episodios de la lucha de clases encarnados por los monstruos sagrados de las letras y el cine.