Nigeria: denuncian abusos masivos contra mujeres en campos de refugiados

Denuncia de Human Rights Watch


En abril de 2014, 276 jóvenes fueron secuestradas en el pueblo de Chibok, al norte de Nigeria, por el grupo Boko Haram, ligado al Estado Islámico. Este secuestro, por su masividad y sus características, provocó la atención y una campaña internacional por su liberación.


 


En 2015, un informe de Amnistía internacional reveló que las "Chibok Girls" no eran las únicas que permanecían en cautiverio. Otras 2000 mujeres y niñas permanecían capturadas por Boko Haram. Las cautivas que lograban escapar eran enviadas a los diferentes campos de refugiados puestos en pie por Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, junto a los más de millón y medio de nigerianos desplazados por el conflicto.


 


Esta semana, un informe de la Human Rights Watch denunció como los soldados y policías encargados de resguardar a los refugiados abusaban sexualmente de mujeres y niñas (Informador, 31/10). 


 


La investigación arrojó el dato de que de 400 mujeres entrevistadas, el 66% fueron abusadas sexualmente por los oficiales del campo. "La alimentación en el campo de desplazados es sólo una vez al día, con lo que hay que aceptar cualquier ayuda extra a cualquier costo", dice uno de los 43 testimonios recogidos por HRW. 


 


La brutalidad contra las mujeres por parte del ejército no ha despertado en los medios la misma cobertura que sí tuvieron las monstruosidades análogas practicadas por el grupo islamista.


 


De las niñas rescatadas, se confirmó que al menos 250 de ellas están embarazadas. Diversos organismos de derechos humanos están exigiendo que las menores violadas puedan acceder al derecho de abortar, totalmente ilegal en el país. Pero los católicos nigerianos que "colaboran" en los campos tienen otra postura. El padre Akpan, teniente coronel y encargado de los refugios, dijo en 2010 que “la mujer que tiene intención de abortar ya ha cometido un aborto espiritual. El aborto y la planificación familiar son una aberración". 


 


Cuando se trata de criminalizar el derecho a decidir de la mujer, el oscurantismo religioso (musulmán o cristiano) cierra filas. El contenido de opresión se mantiene intacto.


 


Nigeria es un país dividido al norte por musulmanes y al sur por católicos. La disputa es constante por el control de la mayor reserva petrolífera de la zona. Los recursos petroleros y minerales del Africa Norooccidental son también el escenario de una disputa interimperialista de orden más general que pagan las masas con guerras y ocupaciones por parte de potencias extranjeras.