No hay peor sordo…

La carta en la que el historiador británico Eric Hobsbawm reclamaba la libertad para Pinochet (ver última edición de Prensa Obrera) ha desatado una indignada ola de cartas de repudio entre los lectores del medio en que salió publicada, el londinense The Guardian. En su carta, repitiendo uno por uno los argumentos de la diplomacia norteamericana, el ex stalinista y ahora centroizquierdista Hobsbawm argumentaba que la liberación de Pinochet “es lo mejor para la todavía amenazada democracia chilena”. Lo mismo, dice Hobsbawm, opinan “dirigentes de la izquierda chilena” y “es también el punto de vista que me expresó una muy autorizada figura democrática en la Argentina” (The Guardian Weekly, 3/12). 

La mayoría de las cartas de lectores que llegaron a la redacción del diario británico enfatizan que la llamada (por Hobsbawm) “democracia chilena” es un engendro “hecho a la medida del Ejército, que debe ser calificado como fascista” (Michel Neumann, de Ontario, Canadá). Una carta breve y punzante envía, también, Chris Harman, dirigente de la izquierda inglesa. 

“Dirigentes de la izquierda chilena, incluyendo sobrevivientes que estuvieron en el gobierno entre 1970 y 1973, le dijeron a Hobsbawm —escribe Harman— que el retomo de Pinochet a Chile podría ‘al menos mejorar las posibilidades del progreso democrático’. ¿Estos son los mismos dirigentes políticos que, en el verano (boreal) de 1973 aconsejaron a Salvador Allende que la manera de preservar la democracia era darle a Pinochet un puesto en el gobierno? Los historiadores deberían aprender de los errores del pasado; no repetirlos”. 

Pero, ya se sabe, no hay peor sordo…