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Irán, Francia, Argelia, Inglaterra

Tarifazo en Irán

El gobierno de Hasan Rohani ha decidido retomar la política de recorte de subsidios que había iniciado y dejado inconclusa su antecesor, Mahmud Ahmadineyad. Luego de los aumentos de electricidad, agua y gas, ahora se autorizó un aumento de la gasolina y gasoil subsidiados en un 75 y 60%, respectivamente (El País, 26/4). Es sólo un pequeño paso. Los distintos subsidios (cereales, medicinas) totalizan la friolera 80 mil millones de dólares anuales, una sexta parte del PIB. El colapso de la economía, atizado por las sanciones internacionales, empujó a la burguesía iraní a buscar un acuerdo con el imperialismo. A cambio del ajuste y del congelamiento del programa atómico, Rohani busca que Occidente retire paulatinamente las sanciones y reinsertar el país en un nuevo ciclo de endeudamiento. Pero su gobierno queda a prueba: dadas las dimensiones del ajuste que está planteado, en 2012 Ahmadineyad retrocedió. Suspendió la segunda fase de los recortes e instituyó ayudas directas por 12 mil millones de dólares anuales para compensar el alza de precios. Las vacilaciones obedecían al temor a una rebelión popular. Rohani, ahora, opera bajo las mismas presiones.

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Alstom: disputa interimperialista

La yanqui General Electric y la alemana Siemens se están disputando la compra de Alstom, uno de los grupos industriales más importantes de Francia. Dedicada principalmente al sector energético y de transporte, pero también a Defensa. En 2004 fue salvada de la quiebra por Nicolas Sarkozy, entonces ministro de Economía, quien intervino financieramente el grupo porque opera en sectores estratégicos. Una década después vuelve a atravesar dificultades. En los últimos tres años ha caído un 39% en la bolsa. La operación precisa de la autorización del Estado francés. El gobierno socialista prefiere la participación de la alemana Siemens, para crear un gran “Airbus franco-alemán” dónde ésta se encargue de lo energético y Alstom de la parte ferroviaria. “La oferta de GE no es una propuesta de alianza, sino una absorción”, dijo Montebourg, ministro de economía francés, que quiere impedir el desembarco norteamericano. Pero el directorio de la empresa se inclinaría por los yanquis. La posibilidad de un nuevo avance del capital norteamericano en territorio europeo se da en momentos en que la Casa Blanca viene ejerciendo un liderazgo y una tutela del proceso político en Ucrania, a expensas de sus aliados occidentales, atizando, aún más, las rivalidades interimperialistas. Mientras tanto, la venta de Alstom pone en duda el futuro de los 18.000 trabajadores de la compañía en Francia, y del resto de países europeos.

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Las elecciones en Argelia

Abdelaziz Bouteflika ha sido reelecto por cuarta vez, en forma plebiscitaria (81,5%). Los candidatos opositores (incluyendo la trotskista Luisa Hanune) cosecharon resultados marginales. El sistema político argelino descansa en el más desvergonzado fraude y adulteración de datos, lo que relativiza las cifras electorales. Argelia provee un tercio del gas natural que consume la UE (en momentos de contrapuntos con Rusia), ayuda a controlar el flujo migratorio desde Africa al viejo continente, y colabora en la lucha contra el islamismo más radicalizado -al interior de su propio país y en el Sahel. Según un corresponsal de Le Monde (21/3), con varios frentes abiertos (Ucrania, Kosovo, y las intervenciones militares en Mali y República Centroafricana), la UE ha hecho caso omiso de las denuncias de fraude en aras de la estabilidad. Sin embargo, la ausencia de recambios políticos plantea una crisis a término. Con su salud diezmada, el octogenario presidente no tendría sucesor a la vista. Movimientos en el gabinete y el anuncio de una reforma constitucional irían en la línea de una búsqueda de una obligada transición.

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Subte de Londres: vuelven las negociaciones

La patronal estatal del metro londinense y el sindicato RMT (ferroviarios, marítimos y de transporte) retomaron las negociaciones luego del paro obrero de 48 horas contra la tentativa empresaria de provocar casi mil despidos en las boleterías. De este modo, quedó desactivado el paro de 72 horas. Al igual que en febrero, se abre ahora un período de negociación línea por línea, y estación por estación. ¡Ningún despido! ¡Abajo el ajuste!