Nuestra ruptura con el Foro de San Pablo

Complicidad con los represores “neoliberales”

Delegados del Partido Obrero de Argentina al V° Encuentro del Foro de San Pablo

1- El V° Encuentro del Foro de San Pablo estuvo confrontado a una elección decisiva. Es responsabilidad de sus organizaciones dirigentes haber cruzado una línea que divide lo más elemental, es decir, la frontera que separa a la víctima del victimario, al explotador del explotado, al opresor del oprimido a los trabajadores de los patrones, a la izquierda de la derecha.

 

El V° Encuentro se vio confrontado a elegir entre el pueblo boliviano apaleado y sus represores, entre obreros huelguistas y los métodos del fascismo, o sea, la abolición de las garantías democráticas y constitucionales, el Estado de Sitio, la deportación y aun el apaleamiento de dirigentes sindicales ya detenidos y que son los que encabezaron una gigantesca huelga general.

 

2-El V° Encuentro, orientado por sus principales fuer­zas, se negó a tratar siquiera en los términos que correspon­de un asunto de esta gravedad. Nos referimos a la responsa­bilidad directa, gubernamental, orgánica, del Movimiento Bolivia Libre (MBL) en las acciones dictatoriales empren­didas por el régimen de Sánchez de Lozada contra los maestros y trabajadores de su país, apenas días atrás.

 

El problema es de tal envergadura que la prensa urugua­ya lo comentó ya cinco días antes del inicio de las delibera­ciones del Foro. Desde el comienzo de la reunión, previo al V° Encuentro, del denominado Grupo de Trabajo, nuestro partido advirtió que no podíamos ni debíamos aceptar en el Foro a los verdugos del pueblo. Lo dijimos en una declara­ción pública: el MBL debía ser expulsado.

 

3-El Partido Obrero planteó en la primera intervención del V° En­cuentro el viernes 26, en el momento de su apertu­ra, el carácter de principios de esta deli­mitación y la necesidad, en consecuen­cia, de discu­tirla en forma inmediata. La Mesa que di­rigió los tra­bajos se com­prometió a tratar el punto en la sesión plenaria del sábado, pre­vio pasaje del mismo por el debate de una comisión.

 

Aceptamos este criterio para poder zanjar la cuestión. De hecho, todo el viernes el debate se desarrolló en una de las tres comisiones en que se dividió el Encuentro. Toda la prensa del Uruguay y aun extranjera, oral y escrita, informó que se trataba de un “tema recurrente” dominaba al encuentro en su inicio.

 

El tema ganó entonces el alance de una discusión pública y general. Nadie ya podía hacerse el distraído.

 

En la comisión referida los trabajos fueron cenados con una intervención tar­día del representante del MBL que defendió el Estado de Sitio, la “Inevitable represión” y aun el carácter “popular” del gobierno de Sánchez de Lozada. Para concluir la farsa, el representante del MBL negó inclusive la existencia actual de presos políticos, como pueden testimoniar los delegados presentes y las res­pectivas grabaciones.

 

4-El sábado, al abrirse la sesión plenaria con el infor­me de la comisión que discu­tió este punto, el Partido Obrero denunció que, mientras el hombre del MBL escon­día información, la prensa boliviana divulgaba el apalea­miento en prisión de la dirigente docente Vilma Plata, en huelga de hambre, y de un paro general de protesta del I magisterio el miércoles último. Llamamos a votar sin dila­ciones el punto al concluir este debate. La Mesa, no obstante llevó al Plenario a postergar la cuestión y someterla como una resolución más de las que habitualmente abundan en este tipo de Encuentros. A pesar de esto, cerró los trabajos del sábado sin discutirlo. Admitió inclusive que el MBL volviera a intervenir para acusar a los “trotskistas” por la opresión, un argumento podridamente reaccionario según’ lo señaló un delegado que lo sucedió en la palabra.

 

De este modo, no se quiso votar la expulsión del MBL noción presentada por el Partido Obrero, 20 delegados de 10 partidos de Argentina, Chile, México, Paraguay y Uruguay. Más todavía, siquiera se asumió la responsabili­dad de un debate franco y resolutivo sobre esta moción. Las maniobras y dilaciones al respecto emponzoñaron el clima de las deliberaciones. De este modo, con excusas de proce­dimiento se toleró la presencia del MBL como una cuestión de hecho durante la mayor parte de los trabajos del V° Encuentro.

 

5- No lo aceptamos. Denunciamos la hipocresía de algunas intervenciones que nos imputaban “intolerancia” cuando se traía de separar y expulsar a un represor confeso. Impugnamos la pretensión supuestamente esencial, central, que se pretende adjudicar el Foro, de articular las fuerzas para enfrentar el “modelo neoliberal”, cuando precisamen­te es a los ejecutores de la represión “neoliberal” que se les asigna un sitial dirigente en el propio Foro de San Pablo.

 

El Partido Obrero es miembro fundador del “Encuentro de Partidos de Izquierda” convocado por el PT de Brasil en 1990. El PO intervino desde entonces en lodos los debates y señaló las terribles limitaciones de una política que, con la excusa de renovar el pensamiento de la izquierda y recrear el socialismo, concluyó en la antigua reivindicación del mercado y la economía capitalistas, de la colaboración con la burguesía y no del gobierno de los trabajadores, de la “integración justa y equitativa” con el imperialismo y no de la lucha por la liberación nacional, de la fraseología hueca y el debate seudo-académico y no de la acción común en favor de los trabajadores y explotados de nuestro conti­nente.

 

6- Hasta aquí llegamos. Se han superado los límites inclusive de un inocuo debate e intercambio de ideas. Como lo afirmamos en nuestra moción de expulsión del MBL, estamos del lado de las víctimas y no del lado de los victimarios. No somos cómplices. El Foro, ahora con los verdugos confesos incluidos, no puede ser ninguna alterna­tiva a las masas humilladas de nuestro continente. Este es el contenido de la ruptura que hiciéramos pública ante todos los delegados horas atrás, al terminar la jomada del sábado 27.

 

Montevideo, sábado 27 de mayo de 1995, 20:00hs.