Nueva crisis en el POR

Lora ha expulsado de su partido a quien fuera durante casi dos décadas su segundo hombre, Juan Pablo Bacherer; la acusación es la de ser un delator. Con los antecedentes, esto es algo difícil de creer. Bacherer se mantuvo como un alto dirigente del POR en la clandestinidad durante dos dictaduras.


En el POR no ha existido una plena democracia interna. Lora no es capaz de discutir políticamente las diferencias. Las resuelve expulsando a quien las formula, calumniándolo con cualquier cosa. En 1975, él desde una máquina de escribir fabricó un congreso y expulsó al resto del POR que se reunía en congreso. En 1984 hizo un congreso extraordinario para expulsar sin derecho a apelación a Jorge Cueto (uno de los poristas que más veces estuvo preso), por el delito de “mentiroso”. En 1985 expulsó a dirigentes de las regionales de Oruro y Huanuni acusándolos de “delatores” y demás calumnias.


Lora ha acusado a mandelistas, espartacistas y varguistas de agentes de la CIA. Todo trotskista consecuente (que lucha por el internacionalismo proletario) es acusado por Lora de ser agente de los “gringos”. Esta es una visión racista y profundamente opuesta al internacionalismo proletario. El POR se niega a luchar seriamente por una internacional. Lanza consignas racistas contra “k´aras y gringos”. Llama a defender las “sagradas fronteras patrias” y a bolivianizar el ejército; da vivas a las religiones de los déspotas pre-colombinos (“Viva la Pachamama”). Llama también a “Yugoslavizar”  Bolivia, dividiéndola en varias micro-repúblicas burguesas y semicoloniales indias, “autodeterminación de las naciones quechua, aymará, tupí-guaraní, etc.”, en lugar de luchar porque se dé una conciencia de autodeterminación en el marco general, es decir, unidad de todos los aymarás, quechuas, etc. del continente.


Bajo estas críticas y otras editadas por Poder Obrero, llamamos a todos los militantes y disidentes del POR a discutir con nosotros.


Bacherer ha formado una “Oposición Trotskista” que sigue reivindicando el programa centrista del POR. No cuestiona al POR por su programa ni a Lora por la línea que dicta, sino a ciertos aspectos menores, como luchar contra la dictadura burocrática del POR. Llamamos a todos los camaradas que vienen del POR y de URUS a que discutan con Poder Obrero y lean nuestro material de crítica y deslinde con el porismo. Los compañeros disidentes han llamado a todos los que vienen del POR a sumarse a su lucha.


Nosotros les llamamos a que hagan un balance radical con el POR y nos manifestamos dispuestos a discutir con ellos.


Algunas de las imposturas del POR


En el congreso de 1981, el POR anunció que durante la dictadura militar crecería a 10.000 militantes y que en un año de situación revolucionaria tomaría el poder. Diez años después de ese pronóstico el POR, es cada vez más pequeño. Apenas agrupa a un centenar de militantes básicamente de la clase media. En marzo de 1985, Lora juró que las condiciones subjetivas estaban dadas para el éxito de una insurrección porista, pero falló al no plantear consignas transitoriales como hacer soviets en todo el país y principalmente en La Paz. El POR viene planteando, hace 13 años, que vivimos en situaciones pre-revolucionarias  y revolucionarias.


A principios de este año el POR planteó que estábamos pasando a una situación francamente insurreccional. La última huelga ha evidenciado que la mayor parte del proletariado industrial, actor primordial para el éxito de una insurrección, está disminuido y no es el actor principal actualmente. El POR no quiere ver la gran derrota de 1986, con la que se abrió un período de reacción democrático- burguesa y que ha ido avanzando durante ocho años. Ni Lenin ni Trotsky jugaban a la insurrección. Para ellos la insurrección debería darse sólo cuando el partido obrero sea de masas, tenga la dirección del movimiento obrero y también de órganos de poder dual tipo soviets.


El actual ultraizquierdismo del POR (plantear que ahora estamos viviendo momentos insurreccionales) le llevará a un giro a la derecha.


Mayo de 1994