Ofensiva contra el sindicalismo clasista en Brasil

Con dinero, armas, jueces, policía y patotas profesionales

delegado por San Pablo al Congreso Extraordinario de Andes

El 6 de septiembre se realizó lo que ha sido definido como “el mayor atentado contra la independencia, la libertad y la autonomía sindical en Brasil”: la tentativa de destruir el Sindicato Nacional de Profesores de Enseñaza Superior (Andes). Ese dia fue realizada en San Pablo, en el local nacional de la CUT, la “asamblea” de fundación de un nuevo sindicato nacional de los profesores universitarios -promovida por el PT, la CUT y el gobierno federal.

A través de la destrucción de Andes, se trata de destruir el más importante sindicato nacional del sindicalismo clasista y combativo. Con protección de un servicio privado de seguridad, una Blackwater local, fuertemente armada (y con la policía desplegada en la puerta de la CUT) un puñado de “profesores”, afiliados al Foro de Profesores “Proifes”, intentó legitimar la creación de un “sindicato” con apenas 115 votos nominales (en una categoría de más de 230 mil docentes) y 485 votos “por procuración”.

La “asamblea” terminó en quince minutos; sólo hizo uso de la palabra el ‘presidente’ y nadie mostró o leyó el contenido de las procuraciones. Unos 200 profesores, movilizados en defensa de Andes, y los periodistas presentes, fueron impedidos de entrar. Un reconocido docente de Santa Catarina, invitado a participar, los calificó de “tenebrosa farsa. Sois un sello. Sois un ente burocrático (‘pelego’) virtual. Entraréis a la historia como gusanos”.

El cuadro de la ofensiva estatal es muy amplio. Prensa Obrera ya denunció el ataque gangsteril, con armas de grueso calibre, contra el sindicato metalúrgico de São José dos Campos, uno de los principales de la Conlutas (reagrupamiento sindical de izquierda). El 16 de agosto, en el Sindicato Metalúrgico de la periferia paulista, militantes antiburocráticos de las Comisiones de Fábrica fueron salvajemente agredidos dentro del sindicato, después de una asamblea. En São José dos Campos, la burocracia de la CUT y el gobierno (a través de la empresa estatal Embraer) acaban de organizar un sindicato metalúrgico fantasma, al que concedieron instantáneamente personería gremial.

La Adunicamp (sindicato de base de Andes, de Campinas) denunció: “el hecho de que la propuesta de reforma sindical presentada por el Foro Nacional del Trabajo prevé la intervención del gobierno en los asuntos sindicales”.

Los burócratas pro-gubernamentales del Proifes ya anunciaron su intención de cobrar el “impuesto sindical” (3,33% de un salario mensual bruto) de todos los profesores federales (sindicalizados o no), una montaña de dinero, para constituir una burocracia paraestatal en la rama (sin hablar de la “contribución asistencial”, optativa, que se lleva entre 8% y 15% de un salario mensual).

Para completar el cuadro, el gobierno, junto con las centrales sindicales, ya anunció un proyecto legislativo (que será aprobado en régimen de urgencia), que sustituye el impuesto sindical por la “contribución negocial”, sin especificar un techo máximo (lo que deja margen para todo tipo de arbitrio), pero con un mínimo de 1% del salario bruto anual (esto es, 12% de un salario mensual bruto, sin descuentos), o sea, una cuadruplicación explícita del robo que ya es el impuesto sindical. Incluyendo otras tasas (confederal, asistencial) que serán mantenidas, algunos analistas estiman que la burocracia sindical, base del gobierno Lula, decuplicará (sí, por diez) sus ya vastos recursos en los próximos años. Estamos hablando de un “regalito” de centenas de millones de reales (o de dólares).

Se trata de una ofensiva sin cuartel contra el sindicalismo clasista y por la consolidación de una monstruosa burocracia sindical antiobrera. Es necesario denunciar esta ofensiva en todos sus aspectos. Preparar y lanzar una campaña nacional e internacional de esclarecimiento y movilización. Denunciar los partidos políticos (PT y PC do B) que la sustentan. Bajo el gobierno del PT se ha constituido el más poderoso y monstruoso aparato sindical burocrático y antiobrero de toda la historia de América Latina.

Dos organizaciones “trotskistas” apoyan toda esta agresión del Estado contra el sindicalismo combativo: O Trabalho (lambertistas) y el PCO (ex miembro del CRCI), probablemente porque se beneficiarían con mayores ingresos para los sindicatos que tienen bajo su control. O Trabalho ha recibido la total solidaridad de su corriente internacional. La DS (Democracia Socialista) está directamente integrada al gobierno de Lula y ha roto con el SU (Secretariado Unificado de la IV Internacional).

Andes realizará un Congreso Nacional Extraordinario del 19 al 21 de septiembre, para discutir la nueva situación. Una contraofensiva sólo puede estar basada en un plan de lucha nacional por las reivindicaciones apremiantes de toda la clase obrera (salario, escala móvil, seguro de desempleo, independencia y libertad sindical). La disputa “institucional” (jurídica) contra el peleguismo (burocracia) debe estar estructurada con los métodos de la movilización directa. Conlutas debe organizar la lucha. Hay que impedir el avance del Estado en los profesores y en los metalúrgicos de Sao Jose dos Campos.