Ola de huelgas en Noruega

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En los últimos meses el clima de agitación obrera que recorre el sur de Europa en el marco de la crisis ha llegado a los países escandinavos. La industria petrolera y gasífera de Noruega, que representa más de la mitad de las exportaciones del país y más del 20% del PBI, acaba de verse sacudida por una gran huelga en rechazo a los intentos de las compañías de incumplir acuerdos salariales y de eliminar derechos jubilatorios.


El conflicto llegó a afectar ocho plataformas petroleras, que representan el 13% de la producción de petróleo y el 4% de las exportaciones de gas. Las informaciones dan cuenta de que la huelga se produjo a pesar de los esfuerzos de los sindicatos, que trataron de limitar el alcance de la medida de fuerza.


Las empresas petroleras respondieron con un lock-out de todas las operaciones de gas y de petróleo: horas antes de que se cumpliera el plazo dado por las empresas, el gobierno impuso la conciliación obligatoria, que prohíbe continuar con la huelga y congela cualquier decisión sobre la cuestión de las jubilaciones hasta tanto no se expida un tribunal de arbitraje.


La huelga petrolera se inscribe en el marco de una ola de huelgas que recorre un país que está sufriendo los efectos de la crisis económica, precisamente en el sector del petróleo y el gas: este año, el líder del Banco Central reclamó al gobierno -encabezado por el laborista Jens Stoltenberg- que implemente un plan de recortes ante la caída sostenida de los ingresos generados por el fondo de inversión basado en la renta petrolera.


Algunas semanas antes el gobierno también había decretado la conciliación obligatoria en una huelga que llevaron adelante más de 3.000 guardias de seguridad de distintas empresas e instituciones de todo el país -incluidos bancos y aeropuertos-, cuando el conflicto amenazó con paralizar el embarque de las exportaciones petroleras.


Además se realizó una enorme huelga de empleados públicos en reclamo de aumentos salariales, que abarcó a más de 50.000 trabajadores y que fue caracterizada como la más importante del sector en las últimas décadas.


La huelga concluyó luego de diez días, con un acuerdo firmado con los sindicatos, que cerró la huelga con un 4% de aumento.