Otra huelga nacional en Bolivia

Se cumplió en Bolivia la segunda huelga nacional -por 48 horas- de la Central Obrera Boliviana (COB) en demanda de un aumento salarial del 30%. Exige la anulación del decreto 809, el cual pone un tope del 10% para el sector público y del 20% del sueldo mínimo para los privados, que pasó de 679 a 815 bolivianos (unos 100 dólares) -el más bajo de la región. El dirigente de la COB, Montes, señaló la participación activa en la jornada de lucha de unas 67 organizaciones sindicales nacionales y el apoyo de las universidades del país, las que se encuentran desarrollando un plan de lucha en defensa de la autonomía universitaria.

La Central Obrera Departamental (COD) de La Paz, encabezada por su secretario general, Andrés Peñafiel, se sumó al paro con carácter de “movilizado”. “Nosotros hemos planteado que sea de acuerdo con el alza de la canasta familiar y hemos manifestado que no puede ser menos que el 30%. El gobierno ha ofrecido 10% y nosotros le planteamos de que se siente a negociar con los trabajadores y que sea entre el 10 y el 30%”.

La Confederación Sindical de Trabajadores de Salud señaló también su rechazo al incremento salarial ofrecido por el gobierno, aunque no parará debido a la emergencia sanitaria que han creado las lluvias, inundaciones, deslizamientos y la epidemia del dengue en las zonas cálidas del país.

El gobierno anticipó que hará descuentos salariales a los huelguistas. Pese a la presión gubernamental contra el reclamo, su grado de legitimidad ha llevado a muchos gremios liderados por dirigentes afines al MAS a sumarse al paro o convocar a la movilización.

Los estudiantes vuelven a la calle

Los estudiantes, por su lado, volvieron a las calles el martes 15, con una movilización de más de 5.000 estudiantes, docentes, administrativos y padres en rechazo al proyecto de Ley del Seguro Unico de Salud (SUS), el cual pretende estatizar los recursos económicos del Seguro Social Universitario (SSU) de las universidades públicas de todo el país.

“La mayoría de las universidades salieron a marchar con la participación masiva de trabajadores, docentes y estudiantes, éste es el inicio de las movilizaciones. El 21 nos concentraremos aquí, en La Paz, exigiendo se respete la autonomía. Este gobierno dijo en su momento que no habrá gasolinazo y, a los dos días, nos tuvimos que tragar el decreto amargo del gasolinazo, por lo tanto no hay confianza en el gobierno, por eso estamos preparados”, señaló el presidente de la Confederación de Trabajadores Universitarios de Bolivia, Ramiro Aguilar, quien ratificó para el  21 de marzo la marcha desde Senkata junto a la COB. Las protestas estudiantiles se repitieron en Camiri, donde la Facultad Integral del Chaco bloqueó por algunas horas la carretera que une Santa Cruz con Argentina. También marcharon los estudiantes de la Universidad Técnica de Oruro, mientras los alumnos de la Universidad Mayor de San Andrés (Umsa) realizaron bloqueos esporádicos en la urbe paceña.

En Potosí también los estudiantes salieron a las calles. Letreros como “La autonomía universitaria se respeta” o “No a la injerencia del gobierno” se pudieron leer en la multitudinaria marcha. Una situación similar se vivió en Oruro, Santa Cruz y Tarija, donde miles de trabajadores y estudiantes de las universidades estatales del país tomaron las principales arterias en rechazo al proyecto de Ley.

Bancarrota

La lucha por salarios tiene como trasfondo una bancarrota estatal de proporciones. La deuda externa pública de Bolivia, a mediano y largo plazo, ascendió a 2.883 millones de dólares en la gestión 2010 -10,8% más que en 2009- luego de que la mayor parte de ella fuera condonada hace un par de años por instituciones internacionales y totalizó 2.927 millones de dólares hasta el 28 de febrero de 2011. Si se suma el monto de deuda interna, la deuda pública llega a 6.200 millones de dólares. El re-endeudamiento de Bolivia con el Banco Mundial subió un 52%. Venezuela se convirtió en el principal acreedor (301,4 millones de dólares, 51% del total de la deuda), seguido por Brasil (95 millones) y China (82,2 millones). El sector público proyecta un déficit de 6.119 millones de bolivianos (4,2% del PIB) en la gestión 2011. En el caso del Tesoro General de la Nación (TGN), el Presupuesto General del Estado 2011 presenta un déficit de 6.960 millones de bolivianos, el cual será financiado con deuda pública externa e interna.

Bolivia depende cada vez más de las exportaciones de hidrocarburos y minerales (un 87% del total), un dato ‘positivo’ que, sin embargo, presiona sobre el precio interno del combustible y fortalece la presión de las petroleras para rediscutir los términos de los contratos suscriptos hace cinco años. La lucha en curso va más allá de sus reivindicaciones sindicales.