Otra masacre del imperialismo


Mientras Bush se “lamentaba” por las torturas en las cárceles de Abu Ghraib, se desempolvaba una masacre encubierta por las tropas norteamericanas. Marines yanquis fusilaron impiadosamente a 24 civiles iraquíes, entre ellos tres niños, y dejaron un tendal de heridos. Para encubrir la masacre declararon que los muertos habían sido víctimas de un explosivo. Las consecuencias políticas de dicha masacre “pueden ser devastadoras” (Página/12, 28/5).