Otro acto criminal de Clinton

El martes a la madrugada, Clinton ordenó un bombardeo contra Irak en represalia por la incursión iraquí en la ‘zona protegida’ del norte de ese país, habitada por kurdos. El yanqui ignoró olímpicamente a las Naciones Unidas e incluso el retiro del apoyo para la operación por parte de Jordania, Arabia Saudita y Turquía, que no autorizaron el uso de las bases instaladas en sus territorios o el pasaje por ellos. Se trata de una nueva muestra de la decisión del imperialismo yanqui de arrogarse la función de gobierno internacional.


La ‘zona protegida’ en cuestión delata el irreprimible cinismo de los gobiernos imperialistas de las ‘naciones unidas’, pues fue establecida como refugio para los kurdos que se habían alzado infructuosamente contra el régimen de Saddam Hussein, precisamente porque esos gobiernos imperialistas no habían querido ‘desestabilizar’ al dictador iraquí luego de la ‘guerra del Golfo’. La ‘zona protegida’ sirvió también como válvula de escape para los kurdos que habitan los territorios de Irán y de Turquía, a raíz de la represión que sufrieron a manos de estos Estados. En resumen, la ‘zona protegida’ es un vaciadero de basura de los gobiernos reaccionarios de la región contra los derechos nacionales del pueblo kurdo. El imperialismo se arroga la ‘protección’ del desamparo creado por sus satélites y del sufrimiento que él mismo ha causado, al incluir a la ‘zona protegida’ dentro del territorio de Irak, sometido a bloqueo ¡por las Naciones Unidas!


En los últimos tres años, tanto Turquía como Irán realizaron incursiones militares en la ‘zona’, para apoyar a uno u otro de sus agentes entre los kurdos refugiados, sin que ello les significara la menor represalia. Fue precisamente para contrarrestar esta injerencia de Turquía e Irán, que el líder kurdo, Massoud Barzani, solicitió la intervención de Irak, en otro intento más, condenado al fracaso, de defender al pueblo kurdo recurriendo a uno de los Estados que lo oprimen.


Clinton ha decidido bombardear a Irak, con el apoyo de todas las fracciones capitalistas norteamericanas, porque vislumbra la posibilidad de sufrir un serio retroceso en la región, como consecuencia de una serie de hechos recientes: el acercamiento entre Irán y Turquía, que acaban de firmar un acuerdo de suministro de gas por 25 mil millones de dólares; los indicios de que podría caer la monarquía saudita; la crisis del ‘proceso de paz’ en Palestina, a partir de la victoria electoral de la derecha sionista.


En definitiva, el alarde de fuerza militar esconde una creciente debilidad política.