Plebiscito en Chile contra las AFP: para derogarlas son necesarias la huelga y la lucha obrera


Para el próximo fin de semana, entre el viernes 29 y el domingo 1 de octubre, la Mesa Nacional “No+AFP” convoca a un plebiscito nacional, no vinculante ni oficial, organizado por comités de base y organizaciones sociales. La CUT y los sindicatos dirigidos por neostalinistas y socialdemócratas, que apoyan al gobierno, en cambio, le restaron apoyo.


 


Será, por lo tanto, una jornada de agitación contra las AFP. Aunque en determinados sectores pueda adoptar un carácter masivo, de todos modos será minoritaria.


 



 


No más AFP


 


El sistema jubilatorio impuesto por la dictadura pinochetista en Chile –un régimen de “capitalización” similar al que aplicaron Menem y Cavallo en los 90 en Argentina– está haciendo agua.


 


Se trata de un sistema en el que solamente aportan los trabajadores (¡el 13%! de sus salarios), sin aporte patronal. Esas sumas provenientes del bolsillo de los trabajadores las “administran” las AFP, a cambio de suculentas comisiones. Se trata de un gran fondo que se usa para inversiones de la clase capitalista, mientras que las jubilaciones que se cobran son de miseria: promedian el 30% del salario (cuando la promesa inicial fue de un 70%).


 


En Chile se cumple el sueño del capitalista: que la jubilación se la pague el propio trabajador. Un retroceso a los inicios del capitalismo, cuando la familia sostenía al obrero viejo o enfermo que ya no podía vender su fuerza de trabajo. Es el ‘ideal’ de sectores de la burguesía argentina y del oficialismo, que ensalzan el ‘exitoso’ modelo chileno.


 


Este sistema se encuentra en crisis. En el último año tuvieron lugar manifestaciones de masas, que alcanzaron hasta dos millones de personas, bajo la consigna de “No más AFP”.


 


El gobierno frentepopulista de la Nueva Mayoría no ha anulado esta contrarrevolución social pinochetista. Por el contrario, se ha esforzado por rescatarla, manteniendo estos ataques a las condiciones de vida de las masas. Eso explica por qué las centrales sindicales –la CUT–, dirigidas por las burocracias oficialistas del PS y el PC, mantuvieran distancia de las movilizaciones. Las marchas se realizan los domingos, con la presencia completa de las familias de los trabajadores, por fuera de la estructura de los sindicatos.


 


Gatopardismo burgués


 


Ante la creciente radicalización y masividad de la protesta contra las AFP –que se suma a otras manifestaciones de rechazo a la herencia pinochetista, como el arancelamiento de los estudios universitarios– el gobierno se esfuerza por preservarlas con pequeños retoques cosméticos.


 


Recientemente anunció que, si el oficialismo centroizquierdista gana las elecciones de noviembre próximo, impulsará un proyecto de ley para introducir un aporte patronal del 5% con el cual formar un fondo solidario para suplementar las jubilaciones más bajas. El candidato de la de la derecha (Piñeyra) ha hecho declaraciones en el mismo sentido y propuesto retoques similares.


 


La Coordinadora Nacional “No+AFP” plantea sustituir el sistema de capitalización de las AFP por un sistema de reparto “tripartito y solidario” que introduciría un aporte patronal del 9% (4 puntos más que la propuesta del gobierno) y reduciría en 5 puntos el aporte obrero –del 13 al 9%. Haría ‘equitativos’, de este modo, los aportes obrero y patronal.


 


En realidad, el aporte jubilatorio es un salario diferido y debiera ser pagado íntegramente por el capitalista.


 


Pero, es evidente, derogar el sistema de AFP y bajar el aporte obrero en 5 puntos, colocando un aporte patronal, significa una mejora inmediata en el salario del trabajador activo y una mejora sustancial en el monto de las pensiones.


 


El Partido Obrero Revolucionario (POR) de Chile reclama esto, exigiendo además que las AFP sean expropiadas sin pagar un peso de indemnización a los banqueros que se vienen apropiando hace años de los descuentos forzosos a los trabajadores. Por el contrario, hay que investigar para que restituyan –con sus bienes– el dinero que se han robado por comisiones y negociados. Que los fondos y las acciones en poder de las AFP sean transferidos a un nuevo organismo estatal de pensiones, bajo gestión directa y control de los trabajadores activos y jubilados. Y, cuestión fundamental, que el monto de las pensiones suba al 83% del salario del trabajador en actividad.


 


Para que triunfe la lucha por “no más AFP” es necesario que sea tomada como un eje central por el movimiento obrero chileno y sus organizaciones. Que la CUT y los sindicatos rompan su subordinación al frentepopulismo –hoy denominado Fuerza Mayoritaria– y tomen el camino de la acción directa y del paro general para defender la jubilación de los trabajadores.


 


El Frente Amplio –que se ha constituido como un frente opositor ‘ni de derecha, ni de izquierda’ del tipo Podemos de España– denuncia las AFP y se ha declarado a favor de un sistema de reparto, coqueteando con las movilizaciones por No Más AFP, pero no se ha lanzado a impulsar a fondo esta lucha (¿para no romper con los banqueros?).


 


El POR chileno ha declarado que participará en esta jornada con su programa y perspectiva política. Será una oportunidad para agitar políticamente esta causa y avanzar en el reagrupamiento del activismo detrás una perspectiva clasista.


 


Por la formación de comités de base en cada fábrica y empresa, en cada sindicato y central, en los centros de estudios y en las barriadas para marchar a un plan de lucha con medidas de acción directa, hacia la huelga general: ¡No Más AFP!