Por la defensa del PRS

El PRS (Partido Revolución y Socialismo, que agrupaba a las diferentes tendencias morenistas en Venezuela) se ha dividido.


Una fracción, que se define como “un grueso sector de la dirección”, anunció que abandona el PRS para integrarse al PSUV (Partido Socialista Unico de Venezuela), el partido que desde el aparato del Estado está montando Hugo Chávez. Este sector está encabezado por Stalin Pérez Borges; está relacionado con el MST de Argentina.


El otro sector, que se define como “amplia mayoría” de la dirección, anunció que no se disolverá en el PSUV y que continuará actuando como un partido independiente. El principal dirigente de este sector es Orlando Chirino que está relacionado con la Izquierda Socialista de Argentina.


El PRS venezolano había sido presentado, no hace mucho, en el Seminario de la Izquierda realizado el año pasado, como uno de los “modelos” de los llamados “partidos de tendencias”, donde sería posible “discutir las divergencias sin dividirse”. La división del PRS recuerda que la lucha de clases siempre se impone sobre las fórmulas de los movimientistas. Nosotros estamos, naturalmente, con los que defienden al PRS.


PSUV


Los que han resuelto disolverse en el PSUV han declarado su voluntad de actuar como “sector clasista, popular y revolucionario” del partido chavista.


Para dar este salto recurren a una mistificación. Definen al partido lanzado por Chávez como un “partido en construcción” e, incluso, como una construcción neutral, donde se podría luchar por “propuestas clasistas y socialistas”.


En realidad, el PSUV ya está completamente “construido”. Su programa está definido (el del gobierno que ya lleva ocho años). También el personal que lo dirigirá (los personeros de Chávez) y hasta sus normas de funcionamiento (la última palabra la tendrá, lógicamente, Chávez). Sobre todo, lo que está definido es cuál será su función política: regimentar al movimiento de masas, subordinarlo al Estado y, por sobre todo, liquidar cualquier tendencia de la clase obrera a actuar de manera independiente del nacionalismo.


En otras palabras, el PSUV ya está plenamente construido como un partido nacionalista burgués; como un partido del Estado; con una función política de regimentación social.


Partido Comunista


Debido a que Chávez no aceptó que el PC ingresara como una tendencia política dentro del PSUV, el PC “liberó” de sus “responsabilidades partidarias” a algunos de sus dirigentes, como el ministro David Velásquez, para que puedan ingresar al PSUV, mientras mantiene, formalmente, al PC fuera del PSUV.


La maniobra no le ha evitado al PC una crisis: 13 miembros de su Comité Central y la mayoría de su comité de Caracas han decidido ingresar al PSUV y reclaman que el PC se disuelva para ingresar al partido de Chávez.


PRS


En ocasión del 1º de Mayo, el PRS (del que ya se había retirado la fracción que ingresó al PSUV) emitió una proclama al pueblo trabajador que denuncia el carácter capitalista y antiobrero del gobierno de Chávez.


El PRS denuncia la existencia de “dos Venezuelas”: una, la de “los dueños o socios de las transnacionales petroleras, las automotrices y las autopartistas, de Coca-Cola, Movistar, de McDonald’s, del Grupo Polar, de los medios de comunicación, de los banqueros, los patronos, los propietarios de tierras, los burócratas y los corruptos (entre las que se encuentran) prominentes figuras del gobierno”; la otra, “la de los trabajadores, los pobres, los campesinos sin tierra y las comunidades indígenas”.


La proclama del PRS denuncia la asociación de Chávez con el capital extranjero, el retroceso de los salarios, el pago de la deuda externa, el ninguneo de Chávez a la UNT y las maniobras del Ministerio de Trabajo contra ella y las que realiza para desnaturalizar las paritarias. El manifiesto del PRS llama a los trabajadores a “construir nuestra propia herramienta política para profundizar la revolución en la perspectiva socialista”.


Hasta no hace mucho, el propio Orlando Chirino declaraba su disposición a ingresar al PSUV para “profundizar el proceso revolucionario”. De un modo general, el PRS caracterizaba que Venezuela vivía un proceso de “revolución permanente” —bajo la dirección de Chávez. Pero la evidencia de que el propósito del Partido Unico es regimentar a la UNT, e incluso la exigencia de que el PRS sea disuelto, dejaron en claro la naturaleza del operativo político chavista. Esto muestra, inversamente, la envergadura del paso dado por Stalin Pérez Borges (con el respaldo del MST).


UNT y C-Cura


Ambos sectores niegan que la división del PRS plantee la división de la C-Cura (Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Antiimperialista). La C-Cura es la tendencia de izquierda de la central sindical venezolana (UNT), hasta ahora dirigida por el PRS.


La propia UNT se encuentra en una situación delicada. No tiene elecciones desde hace cuatro años y las tendencias más decididamente chavistas que actúan en su seno (como la CTR de Marcela Máspero, o la Fuerza Bolivariana de Trabajadores) pugnan por cancelar la autonomía de clase de la central respecto del gobierno.


Luego de las elecciones de diciembre del año pasado, Chávez designó como ministro de Trabajo al principal dirigente de la FBT. Según denuncia el PRS en su proclama del 1º de Mayo, “la nueva burocracia surgida de la V República (chavista) y funcionarios del gobierno quieren desconocer (…) nuestra central. La vieja y la nueva burocracia se niegan a realizar elecciones y desde el Ministerio de Trabajo promueven alianzas con lo más retrógrado del movimiento sindical de la IV República”; o sea, los gorilas.


El ingreso de una parte de los dirigentes de la C-Cura al PSUV es un golpe demoledor a la autonomía de la UNT. Ahora, la mayoría de los dirigentes de la UNT (los burocráticos y los que provienen de la C-Cura) serán afiliados al PSUV, o sea una rueda en el mecanismo de la dominación estatal.


En un reportaje reciente, Pérez Borges señaló que “felizmente” la CTR de Marcela Máspero “comenzó a plantear lo mismo que nosotros (…) así que más allá de las diferencias podemos trabajar juntos”. En el último congreso de la UNT, realizado el año pasado, la CTR de Máspero fue la vanguardia del ataque chavista contra la autonomía de la central y contra la propia C-Cura. Qué ha cambiado en Máspero no está claro; se puede conjeturar que admita una alianza contra la FBT y el ministro de Trabajo con los dirigentes de C-Cura que han ingresado al PSUV. De ser este el caso, la lucha por la autonomía obrera se habría transformado en una pelea de camarillas dentro del aparato oficial. El sector que encabeza Pérez Borges ve la disolución en el PSUV y el trabajo en común con una fracción de la burocracia chavista hostil a la C-Cura y a la autonomía de la UNT, como una vía para salvar su posición en los sindicatos.


Crisis política


La vanguardia obrera de Venezuela enfrenta una seria crisis política. En esta crisis política defendemos la decisión del PRS de construir un partido revolucionario socialista.