Ante la inminencia de la votación por el Congreso norteamericano de un “paquete de ayuda militar ” a Colombia, con la excusa de “combatir al narcotráfico”, las Farc han respondido con un planteamiento de legalización del consumo de drogas en los Estados Unidos (Clarín, 1/4). Para las Farc la política de represión de la producción está condenada al fracaso mientras exista una demanda fuerte en Estados Unidos (“el narcotráfico es un asunto del capitalismo globalizado y de los gringos en primer lugar (…) cuya solución nada tiene que ver con más helicópteros artillados…”); con la legalización del consumo, en cambio, “se suprimen de raíz las altas rentas producidas por la ilegalidad, se controla el consumo y se atiende clínicamente a los narcodependientes” (ídem).

Un planteamiento de esta naturaleza define toda una estrategia. Una legalización del comercio de drogas tendería, naturalmente, a promover el aumento del consumo y a provocar una masiva intoxicación entre la juventud y el pueblo de los Estados Unidos. El nacionalismo de los productores campesinos de coca, que defienden las Farc, asume aquí un carácter reaccionario.

Pero una legalización del comercio y la consecuente rebaja de los precios y de “las altas rentas ” traería aparejada, también, la ruina de decenas de miles de pequeños productores, que serían confiscados por el gran capital. La consecuencia de que éste sería el resultado de la legalización del consumo, ha llevado a las Farc a reclamar que el gobierno norteamericano implemente “un programa integral de sustitución de cultivos ilícitos”. Pero esto no sería otra cosa que la intervención norteamericana en el campo colombiano.

La cuestión agraria en Colombia no la resolverá ningún acuerdo con el imperialismo, ni menos la legalización del consumo de drogas, sino la revolución social. Bajo un gobierno de trabajadores, los campesinos podrían explotar libre y asociativamente la tierra, sin la presión del capital, y colocar la producción entre las masas que irán superando su condición de hambrientas y sub-alimentadas crónicas.