En el día internacional del detenido desaparecido (30 de agosto), residentes argentinos en el exterior y otros manifestantes protestaron en varios consulados de Argentina en Europa (Barcelona, Londres, París, Madrid) en reclamo de la aparición con vida de Santiago Maldonado.

 

En Berlín, un grupo de argentinos se presentó con una nota exigiendo la aparición del joven. A su turno, luego de denunciar que no fueron recibidos, reclamaron contra el accionar represivo del gobierno de Macri, exigieron la renuncia de la ministra Patricia Bullrich y repudiaron el cargo de agregado cultural de Darío Lopérfido (ex director del Teatro Colón, conocido por negar el verdadero número de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar).

 

Por su parte, en París también hubo una concentración y se presentó un petitorio. Todos llevaban en sus manos una imagen con una frase que contenía lo que hace un mes nos venimos preguntando: ¿dónde está Santiago?. Sin embargo, quienes protestaban no solo fueron intimados por la policía a retirarse de la embajada, sino que también se les exigió que desconcentraran (Tiempo argentino, 1/9).

 

Asimismo, la comisión “Santiago Maldonado Barcelona” –que viene realizando diferentes manifestaciones, entre ellas un escrache a Benetton y una ronda en la plaza de Catalunya, todos los jueves– entregó un petitorio al Consulado, en la misma línea que las demás ciudades europeas nombradas arriba. Esto fue acompañado por un reclamo que pone en eje la responsabilidad del gobierno de Macri y la necesidad de la renuncia de la ministra de seguridad.

 

En el centro de Londres, trabajadores argentinos y británicos protestaron en las puertas de la librería Calder.

 

Santiago Maldonado, un artesano oriundo de la localidad bonaerense de 25 de Mayo, desapareció el 1 de agosto luego de una represión de la Gendarmería Nacional contra la comunidad mapuche de Lof Cushamen, en la provincia patagónica de Chubut, donde se encontraba solidariamente. El gobierno argentino, lo mismo que el chileno, reprime a las comunidades originarias como parte de una política que busca preservar los intereses de grandes terratenientes (como Benetton, que posee un millón de hectáreas en la zona) y de mineras y petroleras. En la región patagónica se encuentra Vaca Muerta, que el gran capital pretende transformar en una meca del shale-gas. La desaparición de Maldonado ha abierto una crisis política y crecen los reclamos para que se aparte del cargo a la ministra de seguridad Patricia Bullrich, acusada de encubrir a la Gendarmería. El pasado viernes, al cumplirse un mes de la desaparición, 250 mil personas marcharon en Buenos Aires y otro tanto en el resto del país. El gobierno de Mauricio Macri y los grandes medios de comunicación oficialistas (como Clarín y La Nación) han montado una insistente campaña para negar la responsabilidad estatal en el caso y desacreditar al artesano y a su familia.