Provocaciones de Trump y Netanyahu contra Siria y Gaza

Votos y bombas

El 9 de abril se realizan las elecciones en Israel. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, viene acosado por una fuerte y fundamentada campaña de denuncias y procesos por fraudes y sobornos. Las encuestas previas lo colocan apenas por encima de la minoría mínima para encabezar luego, también en forma ajustada, una coalición de derechas que le renueve su condición gobernante. Un frente de centroizquierda ha puesto a un ex general del Comando Supremo, Gantz, pisándole los talones.


En este marco es que Netanyahu recibió el apoyo abierto de Trump. Primero porque reconoció la soberanía sionista sobre “las alturas del Golán”, un territorio ocupado en la Guerra de los 6 Días en 1967 y directamente anexado en 1982.Trump es el primer presidente que hace este reconocimiento, incluso contra los mandatos votados en las Naciones Unidas de que Israel debe abandonar estos territorios y restituírselos a Siria. No olvidemos que hace solo unos meses, Trump trasladó su embajada a Jerusalén, declarada capital del estado sionista, violando resoluciones de la ONU y fomentando la expropiación-expulsión de los palestinos de la parte oriental.


En segundo lugar, Trump recibió a Netanyahu en Washington, dándole un apoyo político explícito.


Una provocación fascista-electoral contra Gaza


Para polarizar su posición electoral, Netanyahu ha lanzado una nueva provocación contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza.


Basándose en que un misil fue disparado desde ese territorio (hecho que no se atribuyó ninguna organización gubernamental, ni guerrillera de dicho territorio) el alto mando militar sionista ha lanzado una serie de bombarderos de represalia, a la misma hora en que estaba prevista la reunión entre Netanyahu y Trump.


Al mismo tiempo, el ejército sionista ha decretado una movilización, concentrando tropas, carros de combate y artillería en la frontera palestina. “Hamas debe saber que no vacilaremos en entrar (en la Franja de Gaza) y tomar las medidas necesarias”, declaró el ministro de defensa, amenazando con una nueva invasión sionista.


Después de haber sido víctima de 3 invasiones sionistas en menos de una década, la Franja de Gaza se encuentra desolada, con sus servicios de electricidad y agua en gran parte inutilizados, y con débiles estructuras sanitarias y educativas. Desde el 2007 Israel ha bloqueado-sitiado a Gaza, con la colaboración del gobierno egipcio. Las movilizaciones reclamando el cese del bloqueo han sido fuertemente reprimidas por las tropas sionistas, con francotiradores de élite, que a la distancia se cobraron la vida de más de 250 palestinos. Justamente, para este viernes, en el primer aniversario de estas marchas, las organizaciones palestinas han convocado a masivas concentraciones en las vallas de separación con Israel.


El sionismo es un peón de la reacción imperialista en Medio Oriente y el mundo. En la Argentina apoya directamente la militarización represiva de Carrió y Macri (ahora acaba de inventar un nuevo affaire con dos presuntos ciudadanos iraníes que entraron al país con pasaportes falsos de origen israelí). En Turquía, el primer ministro Edorgan, quien también debe afrontar próximas elecciones municipales, ha acusado al Departamento de Estado yanqui de armar –a través de la Banca Morgan- una campaña de fuga y devaluación de la Lira turca. Lo atribuye directamente al hecho de que su país convocó “a no permitir la legitimación de los Altos del Golán”. La guerra contra Yemen que lleva adelante Arabia Saudita, a su vez, cuenta con apoyo sionista-imperialista.


Abajo la represión criminal del sionismo contra las manifestaciones palestinas que reclaman el cese del bloqueo que está llevando al genocidio contra el pueblo palestino gazatí.


Fuera las manos sionistas-imperialistas de Gaza. Por el retiro de las tropas sionistas de los Altos del Golán, de Jerusalén y de los territorios ocupados. Abajo el bloqueo de Gaza. Por el derecho al retorno del pueblo palestino a su tierra histórica. Por la Federación Obrera y Socialista del Medio Oriente.


27 de marzo