PTS: de nuevo con la oligarquía boliviana

Comisión Internacional del Partido Obrero


El PTS, haciendo gala de su poca capacidad de innovación y, sobre todo, de aprendizaje, ha vuelto a llamar al voto en blanco, lo que le provocara un verdadero bochorno en las pasadas elecciones presidenciales. Un día antes de aquellas elecciones decía que había que votar en blanco porque “Morales y el derechista Quiroga son lo mismo”; un día después del triunfo de Morales, se le ocurrió, en cambio, que habían sido derrotadas “las fuerzas empresariales”.


 


En esta oportunidad no es que el PTS llamara a votar en blanco para la Constituyente, a la cual no se presentó ninguna fuerza socialista o revolucionaria. Llamó a votar en blanco en una votación donde no era necesario presentarse: en el referendo por las autonomías — el reclamo de fondo de la oligarquía y del imperialismo, que Evo Morales había promovido hasta dos semanas antes de las elecciones. Es decir que el PTS logró abstenerse frente a todo el arco que arranca a la derecha del MAS. El “No” partió de las masas, lo que obligó al viraje de Morales.


 


El PTS se declaró neutral en la batalla más importante del pasado domingo: la de las autonomías. La derecha y la oligarquía llamaban a votar “Sí” para defender sus propiedades y a las petroleras; los trabajadores, el “No”; el PTS arriba del muro, o sea con los explotadores.


 


Claro que había que denunciar que el referendo como tal era el resultado de un pacto de Evo Morales con la oligarquía, y no solamente esto sino que Evo llamaba a votar, con la oligarquía, por el “Sí’. Había que votar contra la oligarquía, criticando al gobierno. El 54% del electorado boliviano que votó por el “No”, no legitimó el resultado del referendo: oponiéndose a la oligarquía, agotó la experiencia referendaria y, en esta medida, es un paso a la acción directa para el desconocimiento de los resultados departamentales donde ganó el “Sí”.


 


El llamado a la abstención en el referéndum, por parte del PTS, con el curioso argumento de que “votar ‘No’” puede ser interpretado como un reconocimiento de ese antidemocrático mecanismo (el referéndum)” (La Verdad Obrera, 29/6), nos muestra a una organización pseudo socialista, que se preocupa por la juridicidad o formalidad de las instituciones de gobierno. No importan las masas ni los conflictos en presencia, sólo importa el código de valores del PTS.


 


Como en las presidenciales, el PTS pregona una “independencia de clase” que está fuera de la lucha de clases real, y que por lo tanto se personifica solamente en el PTS. El PTS no llama a la abstención para defender la “independencia de clase”, sino que invoca la “independencia de clase”, reducida a la protesta contra el “mecanismo” para auto-justificar una abstención que favorece a la “antidemocrática” oligarquía boliviana.