Quiebras generalizadas de los fondos de pensión

La quiebra del pulpo Enron, el quinto monopolio de energía mundial y el mayor comercializador de gas y electricidad de EE.UU., sucedida un mes atrás, puso en evidencia que manejaba un fondo de jubilación privada de sus trabajadores de 2.100 millones de dólares, invertidos en un 60% en acciones de Enron, la propia empresa. Como la quiebra redujo en un 95% el valor patrimonial de Enron, los 2.100 millones de sus obreros ahora valen mil millones. Como el restante 40% del fondo también debe haberse invertido en la Bolsa, la pérdida es todavía mayor. En pocas palabras, los trabajadores de Enron perdieron el salario y la jubilación.


Pero, además, “cerca de 120 de las mayores compañías estadounidenses tienen al menos una tercera parte de los fondos de pensión de sus empleados en acciones de sus propias empresas” (Financial Times, 7/12), aunque por ejemplo General Electric tiene el 75% y Coca-Cola el 78% en acciones.


Para evitar la concentración de los fondos en inversiones de las propias empresas, se está aplicando en España una “externalización” de los compromisos por pensiones: retirarlos del balance de las empresas de manera que pasen a ser administrados por compañías de seguros o fondos de pensión (El País, 9/12). Con esto, se dispersaría el riesgo de la inversión.


Pero el problema es que el capitalismo atraviesa por una crisis generalizada y las llamadas “inversiones financieras” se están yendo todas a pique. “Los planes de pensión pierden el rumbo”, titula El País de España (2/12), luego de conocerse que “los planes de renta fija mixta que colocan en la Bolsa entre el 15 y 30% de su patrimonio han perdido el 5,67% de su valor, mientras que los de renta variable mixta y renta variable pura recogen caídas del 14,9 y 29%, respectivamente, a finales de octubre del presente ejercicio” (ídem)


En la Argentina las cosas no son muy distintas. Luego de quedarse con suculentas comisiones, en el último año las AFJP hicieron perder a los trabajadores el 10% de sus fondos, lo que equivale a unos 2.000 millones de pesos. Y aún así, las AFJP están en cesación de pagos, ya que el 90% de los fondos están en títulos de la deuda que son incobrables, impagables y que se desvalorizaran al mismo ritmo que la crisis argentina. Cuando los afiliados a las AFJP quieran jubilarse recibirán una migaja, si es que reciben algo. Una verdadera estafa.