Quien ataca a Internet

En lo que fue unánimemente califica­do como “el mayor ataque de la historia de Internet” {Financial Times, 12/2), va­rios grupos de ‘piratas informáticos’ {‘hackers’) pusieron fuera de funciona­miento, mediante una acción coordinada, a los más importantes ‘portales’ (ingre­sos) a la red.


Las víctimas fueron Yahoo!, e-Bay, Buy.com, Amazon y la CNN, los grandes monopolios que dominan la red y el comercio electrónico. Conclusión: “si algunos de los mayores, más seguros y sofisti­cados ‘sitios’ pueden ser pues­tos fuera de funcionamiento por los ‘hackers’, entonces no existe ningún ‘sitio’ invulne­rable” (ídem).


Pero además del ataque a los ‘portales’ -verdaderos ‘su­permercados electrónicos’— los ‘piratas’ robaron los nú­meros de 15.000 tarjetas de crédito.


Se afirma que los responsa­bles del ataque serían “román­ticos” o “anarquistas” que repu­dian la monopolización de la red por un puñado de grandes compañías “que han convertido a los usuarios en consumidores” {The New York Times, 12/2). Esto, sin embargo, es poco probable ya que, como explica un especialista en seguridad informática, “son necesarios grupos de individuos o una organización con recursos significativos para montar la clase de ataques vistos en los últimos días” {Financial Times, 10/2).


Lo ocurrido con la EuroMTS, el ma­yor sistema electrónico europeo de com­pra-venta de títulos de deuda pública, po­dría ser una pista, pues allí dos bancos asociados ‘bombardearon’ el sistema con propuestas de compras a precios falsos en


lo que fue unánimemente califica­do como “el mayor ataque de la historia de Internet” {Financial Times, 12/2), va­rios grupos de ‘piratas informáticos’ {‘hackers’) pusieron fuera de funciona­miento, mediante una acción coordinada, a los más importantes ‘portales’ (ingre­sos) a la red.


Las víctimas fueron Yahoo!, e-Bay, Buy.com, Amazon y la CNN, los grandes monopolios que dominan la red y el comercio electrónico. Conclusión: “si algunos de los mayores, más seguros y sofisti­cados ‘sitios’ pueden ser pues­tos fuera de funcionamiento por los ‘hackers’, entonces no existe ningún ‘sitio’ invulne­rable” (ídem).


Pero además del ataque a los ‘portales’ -verdaderos ‘su­permercados electrónicos’— los ‘piratas’ robaron los nú­meros de 15.000 tarjetas de crédito.


Se afirma que los responsa­bles del ataque serían “román­ticos” o “anarquistas” que repu­dian la monopolización de la red por un puñado de grandes compañías “que han convertido a los usuarios en consumidores” {The New York Times, 12/2). Esto, sin embargo, es poco probable ya que, como explica un especialista en seguridad informática, “son necesarios grupos de individuos o una organización con recursos significativos para montar la clase de ataques vistos en los últimos días” {Financial Times, 10/2).


Lo ocurrido con la EuroMTS, el ma­yor sistema electrónico europeo de com­pra-venta de títulos de deuda pública, po­dría ser una pista, pues allí dos bancos asociados ‘bombardearon’ el sistema con propuestas de compras a precios falsos en


un aparente intento de poner a la red fue­ra de funcionamiento. “Estos bancos, dice un diario financiero, se comportaron co­mo ‘piratas’..” (ídem, 12/2). Recientemen­te, “el puñado de compañías que dominan los mayores mercados financieros del mundo y que nunca habían soñado cola­borar unas con otras (Merrill Lynch, JP Morgan, etc.) forma­ron un consorcio para protegerse de sus rivales online” (ídem, 16/2). ¿La lucha brutal por merca­dos de billones de dólares no es motivo suficiente para que los bancos “se com­porten como hackers”?


Otra hipótesis es que el ataque haya sido obra de los propios pulpos del comer­cio electrónico. Estos grupos reclaman mayores restricciones en el manejo de la red, con lo que estarían en condiciones de imponer una mayor monopolización. Pre­cisamente, la conmoción por el ataque “podría crear el ambiente político en el cual podrían ser impuestas nuevas regu­laciones en nombre de la seguridad infor­mática” (ídem, 12/2).


Ya sea un caso u otro, el incidente re­vela la mortal competencia por la mono­polización del comercio electrónico.


Tanto o más importante son las con­secuencias, efectivas y potenciales, del ataque.


“Alarma de Clinton, terror en Wall Street”, tituló un diario italiano (Corriere della Sera, 10/2).


La ‘alarma’ del gobierno norteame­ricano dio lugar a la asignación de “240 millones de dólares para expandir las posibilidades gubernamentales a inter­venir las comunicaciones electrónicas” (The Guardian, reproducido por Página 12, 16/2). Comentando esta informa­ción, el mismo periodista señala que “… habrá algo parecido al complejo militar- industrial. Sólo que esta vez será co­mercio electrónico y gobierno. Es sufi­ciente para que cualquiera se vuelva paranoico” (ídem). El Estado norteame­ricano se valió del incidente para forta­lecer su capacidad de espionaje y para limitar todavía más los dere­chos democráticos.


El “pánico” de Wall Street, por su parte, está justificado. “Hay un riesgo aterrador: si el comercio de Inter­net resulta ser vulne­rable a cualquier ván­dalo, los inversores sacarán su dinero y lo pondrán en un lugar más seguro” (ídem). Con esto, terminaría la ‘fiebre’ que ha lle­vado las acciones de Internet a valores es­tratosféricos.


Lo que aterra a Wall Street es, justa­mente, que se termine esa ‘fiebre’: la ‘bur­buja Internet’ ha sostenido el ciclo alcista de la Bolsa de Nueva York en los últimos años. Si cae la Bolsa, caen también los bancos, cuyos ingresos provienen crecien­temente de la especulación bursátil (mientras sus negocios bancarios propia­mente dichos retroceden). Con el ataque, los especuladores vieron el borde del abismo.


Lucha intermonopólica, fragilidad fi­nanciera, regimentación y represión esta­tal: lo ocurrido alrededor del ataque a los ‘portales’ es una ‘pintura’ de la crisis capi­talista.