Radiografía griega y crisis global

Para arañar una miserable mayoría parlamentaria, la derecha griega argumentó que era la única en condiciones de renegociar los términos de un alivio al draconiano ‘ajuste' impuesto por la cúpula de la Unión Europea. Puro verso: los salarios serán rebajados aún más (hasta el 50% de su valor en el pasado), las jubilaciones reducidas otra vez, así como los recursos de la salud y la educación. Y como esto no alcanza, se venderá todo el patrimonio público, lo que incluye la privatización del… Partenón. Es lo que emerge del plan de "ahorro" de 11.500 millones de euros para los próximos dos años que se acordó con la "troika" (FMI, Banco Central Europeo, jefatura de la UE).


Impostura de la democracia. Nadie cree, sin embargo, que esto lleve a ningún lado. Los voceros de la "troika" habían dicho que sin estas nuevas disposiciones, no cumplirían con el desembolso de poco más de 30 mil millones de euros para el rescate de los bancos, a entregar en septiembre. Pero antes, el Banco Central Europeo tuvo que autorizar una nueva asistencia -a la banca griega- para que la bancarrota no se adelantara a agosto. La economía griega es un agujero negro: caería un 10% en el curso de este año, luego de haber retrocedido un 15% desde 2008. La desocupación hace estragos y la desorganización económica no se detiene. El funcionario que hasta hace un mes era el encargado de poner en marcha las privatizaciones acaba de declarar al Washington Post que la situación está "fuera de control" y que, "en tales condiciones, no se puede privatizar nada". "No hay mercado, no es una cuestión de precio", admitió Costas Mitropoulos.


Detrás del biombo del acuerdo, la cúpula de la UE debate la salida de Grecia del euro. Markus Solder, ministro de finanzas de Baviera y candidato a la cartera nacional, planteó que la "eurozona sólo debía mantenerse con sus miembros más fuertes". El secretario general de la CSU, asociada al gobierno de Merkel, acaba de resucitar la propuesta de los ‘patacones': que los sueldos de los empleados públicos griegos comiencen a ser pagados en dracmas, mientras la deuda nacional sigue registrada en euros. Aunque esta ‘solución' sirva para producir una desvalorización máxima del precio de la fuerza de trabajo, la contrapartida sería una super valorización del euro, que sacaría a los países de la zona del mercado mundial.


Grecia es el ‘conejillo de Indias' en un tablero más amplio. La arremetida de los funcionarios alemanes coincidió con la "alarmante predicción", según el Financial Times, de un estudio que estableció que la salida de Grecia del euro le costaría al capital financiero alemán unos 82 mil millones de euros, pero incluso más -casi 90 mil millones- si Grecia se queda. El anuncio reciente de que el BCE no saldría a comprar títulos de deuda pública de España, repercutió más en la Bolsa de Francfort que en los otros mercados de valores de Europa -y en el panel de los bancos alemanes bastante más que en el resto de las corporaciones. Las consultoras capitalistas han comenzado a cuestionar la "calidad" de los bonos alemanes.


En el mismo tablero, hay que incluir el "pogrom" que acaba de emprender el gobierno de Grecia contra los inmigrantes: 6 mil detenidos y 1.600 deportados en este primer fin de semana de agosto. La prensa informa que se trata de una concesión a los nazis, cuyos grupos parapoliciales actúan en paralelo con las fuerzas de seguridad. El gobierno ha renovado a la cúpula de los uniformados para hacer frente a una insurgencia popular. Se han reforzado los contingentes de represores -especialmente en la frontera con Turquía, por donde ahora se están colando masas que huyen del incendio en Medio Oriente, en particular del de Siria. La debacle capitalista está resolviendo, a su modo, la cuestión "migratoria": el Servicio Nacional de Estadística ha informado que la población disminuyó en casi un 10% (el territorio griego tendría 9,9 millones de habitantes, mientras que el censo de 2011 había contabilizado 10,8 millones). La depredación humana provocada por la crisis mundial es enorme en el ajedrez de una convulsión global sin precedentes.