Reacción popular frente a una nueva masacre minera

Turquia


TURQUIA

Al menos 245 muertos, cientos de heridos y cientos de trabajadores atrapados hasta el momento, luego de que una explosión provocada por un “falla” eléctrica causase el accidente de la mina de carbón de Soma provincia de Manisa, Turquía. Una de las más grandes tragedias mineras de la historia del país.

Turquía es el país con peores condiciones de seguridad minera de todo Europa y el tercero del mundo (ABC.es, 13/5). Más de 2.500 mineros murieron en las minas desde 1991 al día de hoy. En noviembre de 2013, en Zonguldak, 300 trabajadores se habían atrincherado pidiendo mejores condiciones laborales, protestando por la poca y lenta respuesta de los servicios de emergencia y denunciando la falta de recursos, materiales y equipamiento de seguridad.


Responsabilidad estatal

La compañía Soma Komur (contratista de la mina), mayor productora de carbón turco, dice que no había irregularidades de ningún tipo, según la regulación vigente, basados en una inspección realizada hace dos meses por el Ministerio de Energía y Recursos Naturales. La realidad le juega en contra, revela la complicidad del Estado con la patronal a la hora de encubrir las pésimas condiciones laborales a las que son sometidos los trabajadores. Los mineros declararon que deben trabajar 11 horas en vez de las siete y media reglamentadas para trabajo subterráneo, abunda el trabajo no registrado (causa por la cual es imposible saber con exactitud la cantidad de mineros que habían y siguen atrapados), y el trabajo infantil, uno de los cuerpos pertenecía a un chico de 15 años (Declaración del Partido Revolucionario de los Trabajadores, DIP, sección turca de la CRCI).

La respuesta popular no tardó en escucharse. Cientos de manifestantes salen a las calles en diferentes ciudades del país. “Fuera el gobierno”, se escucha en Estambul, Plaza Taksim está vallada, organizaciones juveniles y estudiantes marcharon al Ministerio de Energía y Recursos Naturales en Ankara, la capital. En la misma Soma, familiares y vecinos hicieron piquetes y marcharon al canto de “Erdogan, ladrón y asesino”, repudiando la visita del primer ministro turco a la ciudad, y fueron brutalmente reprimidos por la policía.

El gobierno está inhabilitado para investigar y revelar las verdaderas causas de la masacre; tiene firmes lazos y negocios con las mineras. Por eso, declaró el estado de emergencia y militarizó la región, necesita encubrir el verdadero número de muertos y reprimir las protestas que ya están en curso en Soma y en el resto del país. Una comisión independiente, de trabajadores, ingenieros y físicos debe ser la encargada de llevar adelante dicha investigación. Abajo el gobierno de Erdogan. No a la militarización de Soma. Soma y la industria minera por completo deben ser expropiadas bajo control obrero.


Federico