Refugiados: una catástrofe en pleno desarrollo


Nuevas catástrofes en los mares y una multiplicación de los arribos están en la base de un nuevo agravamiento de la crisis de los refugiados. A las conocidas rutas del Mediterráneo y de los Balcanes se ha añadido ahora otra más, la Ruta del Artico, por la que muchos sirios obtienen visados en Rusia e intentan llegar en bicicleta a Noruega después de pedalear más de veinte kilómetros por el círculo polar.


 


Con la excusa de “ir al origen del problema”, Francia y el resto de las potencias imperialistas preparan una nueva escalada militar contra Siria. Los aviones franceses realizan patrullajes aéreos como preparativos de un bombardeo de posiciones del Estado Islámico. Estos bombardeos aseguran una nueva ola de refugiados pero no tendrán mayor efectividad militar. Según El País, “los expertos militares coinciden en la necesidad de desplegar tropas sobre el terreno” (8/9), lo que está fuera del alcance de Hollande y de Obama. Queda la posibilidad de una intervención militar turca que forme una “zona protegida” y, de paso, debilite la extraordinaria lucha del pueblo kurdo.


 


Vuelve a reflotarse, también, el planteo de una negociación con el dictador sirio Al Assad. Lo planteó explícitamente el ministro de Asuntos Exteriores de España. Hollande, por su parte, confirmó tratativas con países del Golfo, Rusia e Irán, que involucran también a Washington. El régimen de Teherán ha reiterado su voluntad de contribuir activamente a una transición, sin descartar la posibilidad de que Assad dé un paso al costado si hiciera falta. Pero dados el mosaico opositor y las contradicciones que sacuden a Medio Oriente, una transición en Siria abre una nueva caja de Pandora.


 


(Des)Unión Europea


 


Los 'brazos abiertos' de Alemania se cerraron pronto. Luego de 64 mil arribos en el curso de las últimas dos semanas, el gobierno de Ángela Merkel reintrodujo el control de pasaportes en la frontera con Austria y movilizó unidades de vigilancia policiales a las fronteras con Polonia y la República Checa con el objetivo de limitar la afluencia de refugiados. Si a esto se añade el endurecimiento de los controles fronterizos por parte de Dinamarca, asistimos a una suspensión en los hechos de los acuerdos de Schengen, que establecen el libre tránsito entre los países de la Unión Europea.


 


La decisión de Merkel agrava las divisiones en el seno de la Unión Europea, en la medida que constituye un factor de presión sobre los países de Europa del Este (el llamado grupo de Visegrado que integran Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia) para que acepten el plan de cupos que procura repartir 160 mil refugiados. Por medio de este plan, Alemania procura 'socializar' la crisis de los refugiados a través de una redistribución compulsiva que le evite convertirse en “el campamento de refugiados del mundo”, según las declaraciones del jefe de gobierno regional de Baviera.


 


 


Solidaridad


 


A contramano del arsenal de planteos represivos de los estados, que incluyen el levantamiento de muros y el estado de alerta de la policía, en los trabajadores europeos prevalece hasta ahora una respuesta solidaria que incluyó movilizaciones masivas en numerosas ciudades y la puesta en pie de centros de apoyo.


 


¡Fuera el imperialismo de Asia, Africa y de todas las naciones ocupadas! Asilo incondicional y sin cupo para todos los refugiados. Abajo las deportaciones y los “centros de traslado”.