Internacionales
10/10/1996|514
Rusia: se extiende la ola de huelgas
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Con la incorporación de miles de mineros y maestros, la ola de huelgas por el pago de salarios atrasados, en Rusia (ver Prensa Obrera, n° 513, 3/10), va ganando día tras día, mayor profundidad y extensión.
En la cuenca de Vorkuta, más allá del círculo polar ártico, miles de mineros salieron a la huelga y marcharon hacia la ciudad. Varios miles de trabajadores públicos, que tampoco cobran desde mayo, se unieron a la manifestación.
Esta auténtica ‘pueblada’ ocurrió mientras se mantiene con todo vigor la huelga de los 16.000 trabajadores de la principal planta de energía eléctrica de la región de Primosky, en el Extremo Oriente, y se extiende el movimiento reivindicativo entre los trabajadores de la industria militar. Después de las masivas manifestaciones de la semana pasada en las plantas de armamentos y reparaciones dependientes de la marina de guerra, esta semana se han sumado al movimiento los obreros de las fábricas de armas y municiones de Belgorod: al cierre de esta edición, por tercer día consecutivo, los trabajadores bloqueaban la sede del gobierno regional, impidiendo el ingreso de funcionarios y empleados.
En Barnaul, capital de la región del sur de Siberia, están en huelga 12.000 maestros, que -como los trabajadores de Belgorod- armaron piquetes que bloquean las oficinas del gobierno y el parlamento locales. Los médicos de Barnaul también realizaron huelgas parciales y manifestaron junto a los maestros.
Vorkuta se encuentra a 1.900 kilómetros al noreste de Moscú; Primorsky está a 3.000 kilómetros al este; Belgorod, 650 kilómetros al sur y Barnaul, 1200 ai sudeste, lo que da una idea de las dimensiones continentales del movimiento huelguístico.
ca al Partido Obrero. La magnitud de los problemas políticos planteados convierte en una necesidad conocer en detalle cómo se vienen desarrollando las luchas en todo el país. Las páginas del periódico reflejan estas luchas y los planteamientos políticos del periódico son seguidos con sumo interés por un sector importante del activismo.
Redoblar esta tarea es fundamental, estratégica, para dotar a la clase obrera de un programa frente a la brutal crisis política.