Saquemos las conclusiones políticas

La huelga docente en Uruguay

En el marco de la última rendición de cuentas, el gobierno ha decretado un congelamiento salarial para todos sus trabajadores. Su contrapartida es el fabuloso pago de la deuda externa y los grandes subsidios al capital, los que incluyen a la educación privada.


Se expande la huelga


En respuesta a ello, la fabulosa huelga de los docentes de Montevideo y San José ha desencadenado un profundo movimiento por un salario mínimo de 25 mil pesos, así como también puso al descubierto los intereses que defiende el gobierno del Frente Amplio.


La huelga, que comenzó el 20 de junio, fue tomando cuerpo con las decenas de ocupaciones de liceos y un acatamiento que ronda el 90% de los afiliados. A su vez, el sindicato ha consolidado núcleos de base en distintos lugares. Algunas ocupaciones fueron llevadas adelante por docentes que no estaban afiliados al sindicato. El profundo movimiento ha superado incluso las expectativas de la nueva dirección clasista que impulsó la huelga.


Pero, además, lejos de ser una huelga aislada -como pretendía la burocracia sindical-, la lucha se ha generalizado a todos los sindicatos de la enseñanza. La semana anterior a las vacaciones de invierno, la educación estuvo paralizada por las medidas de los maestros, quienes por primera vez en la historia ocuparon escuelas y desafiliaron del sindicato a miembros del gobierno frenteamplista que tienen cargos en el área de educación.


A su vez, la Federación de Salud Pública ha votado movilizaciones y la huelga con ocupaciones de hospitales desde el 1° de agosto -o sea que el conflicto se extiende. Mientras tanto, comienza una nueva ronda de los consejos de salarios del sector privado de comercio e industria, donde el gobierno ha fijado pautas de aumento del 0 al 3%.


Huelguistas y patoteros


El día anterior a las vacaciones, una movilización de 25 mil personas ocupó el centro de Montevideo y culminó en la Casa de Gobierno.


La burocracia sindical del PIT-CNT, la que intentó controlar y contener el formidable proceso de lucha abierto, convocó a esta movilización (que se habría hecho de todas formas) e instaló el escenario del acto dos cuadras antes de la torre presidencial, para evitar expresiones de bronca contra el gobierno. Sin embargo, la multitud rodeó el escenario y, superando las vallas y la seguridad impuesta por la dirección del PIT-CNT, terminó frente al edificio de presidencia.


Luego, dirigentes de Articulación (lista oficialista del PIT-CNT) hicieron declaraciones en las que catalogaron a los docentes, maestras y estudiantes de patotas y los acusaron de golpear con sus medidas "a los sectores más pauperizados de la población". Se hicieron eco, de este modo, de las tentativas oficiales de dividir a los maestros de la población. A pesar de ellos, estamos ante un reclamo con un profundo apoyo popular.


Transición


Este proceso es parte de una etapa de transición política que ya comienza a desenvolverse. Los trabajadores han recorrido una experiencia de ocho años con el gobierno frentemplista y comienzan a arribar a conclusiones políticas respecto de los intereses que defiende el centroizquierda uruguayo. Estas huelgas son una muestra del desarrollo del proceso de ruptura de la juventud y los trabajadores, por izquierda, con el que consideraron ‘su’ gobierno.


Es fundamental sacar todas las conclusiones políticas de este proceso. La perspectiva para Uruguay pasa por poner en pie una organización política de la juventud y los trabajadores, frente a la debacle del Frente Amplio y del conjunto de los partidos políticos del país.