Seat-VW: “Vamos a resistir”

Al anunciar la reducción de la semana de trabajo a cuatro días en sus plantas en Alemania, la Volkswagen informó simultáneamente que despediría a nueve mil obreros en su subsidiaria española, Seat, y que una de las tres plantas de ésta sería clausurada definitivamente. Este despido masivo en Seat entrañaría otros  50.000 en las industrias proveedoras conexas. Este ataque plantea la posibilidad de que los obreros españoles encaren una gigantesca lucha.


La “historia” de la Seat-VW en España es una historia de subsidios y estafas. Originalmente, la planta era propiedad de la Fiat italiana, que se la “vendió”, cargada de deudas, al Estado español a principios de la década del 80. El gobierno “socialista” la rescató —con miles de millones de pesetas de subsidios— y luego se la “vendió” a los alemanes a precio de regalo: el Estado se hizo cargo de la totalidad de las deudas de la Seat y le otorgó a los alemanes créditos excepcionales y exenciones fiscales. La “venta” de la Seat descubre el “secreto” del “boom” español de la década del 80: durante diez años, los negocios capitalistas giraron en torno a la venta de la mayor parte del aparato productivo a los gigantes del capital imperialista y a los consecuentes negociados especulativos generados por estas “ventas” a precios de remate. La “contraparte”  de esta “jauja” fue un crecimiento desenfrenado de la deuda pública, que ahora el gobierno “socialista” pretende enjugar reduciendo los salarios y las jubilaciones y liquidando la seguridad social.


Después de unos años, la VW ha vuelto a cargar la Seat de deudas, en su mayor parte con la VW alemana por importación de autopartes, es decir, que la ha “endeudado”  consigo misma. Las sucesivas devaluaciones de la peseta y la recesión, en España y en Europa, las han tornado impagables. Ahora, el gobierno “socialista” dice que “no hay plata” para salvar la planta. Para el gobierno español, el despido de miles de trabajadores mecánicos debe servir como una palanca para presionar al movimiento obrero a admitir mayores despidos,en todas las ramas de la economía y en todas las regiones de España, y para bajar los salarios.


Mientras la patronal alemana sigue adelante con sus planes de despidos y mientras los trabajadores de la Seat han anunciado su decisión de resistir, las burocracias sindicales, tanto la “socialista” como la “comunista” ,hacen la vista gorda: toda su actividad se reduce a “hacer que discute” un “pacto social para salvar el empleo” … con las patronales y el gobierno que impulsan los despidos.