Secundarios: Una lucha del país

Declaración del POR Chile

Partido Obrero Revolucionario (Chile)


Durante las campañas políticas se hizo fundamental hincapié en que una de las deudas históricas con el pueblo chileno era el problema de la educación, de la cual tanto organismos internacionales como nacionales dan una pésima opinión. La única opción que los patrones les han dejado a los obreros y las trabajadores en general para revertir sus salarios de hambre y miseria, es la capacitación y en el futuro la educación de sus hijos.


 


El gobierno de la Concertación ha respondido con represión a las demandas que el movimiento estudiantil secundario ha levantado, y que ellos mismos afirmaron que iban a solucionar.


 


El problema con el que se estrelló el gobierno es que las reivindicaciones de los secundarios chocan de frente con las políticas del gobierno frente a la educación, que es más privatización y más restricción para que los sectores populares y medios no puedan acceder a una educación de calidad. Y desnudan la política anti-obrera y antidemocrática del gobierno de Bachelet, que restringe y reprime a la movilización popular y de la juventud, siendo que la movilización es el primer derecho que una democracia debería defender. Sin derecho a movilizarnos y luchar, no hay ningún derecho.


 


Los que actúan de furgón de cola del gobierno concertacionista son la burocracia estudiantil de la Confech y sus pares, los burócratas de la CUT, quienes no sólo no llaman a apoyar activamente y en las calles la lucha de los secundarios, sino que frente a las declaraciones del gobierno y sus medios de comunicación, cuando dicen que los estudiantes son “violentos” y “delincuentes”, no salen a defenderlos.


 


Sin embargo, todas las demandas estudiantiles tienen que ver con evitar el constante saqueo que se realiza a los sueldos de los trabajadores con una educación cada vez más mala y más cara, y que plantea avanzar aun más precarizando las condiciones de trabajo de los jóvenes trabajadores con una Ley de Subcontratación Juvenil, engendro parecido al CPE (Contrato de Primer Empleo) por el que los estudiantes franceses salieron a las calles, a derribarlo.


 


Es por eso que reivindicamos los métodos con los que los estudiantes han salido a reclamar sus reivindicaciones, en las calles y con tomas, haciendo pasar las decisiones por asamblea antes de cada tomada. Planteamos que la única salida para hacer efectivas las demandas es profundizar la organización y la movilización, llamando a todos sectores que sufren las mismas condiciones de saqueo.


 


Hay que plantear que los funcionarios del gobierno que se han visto inútiles para resolver las demandas estudiantiles se tienen que ir, como el ministro de Educación, Martín Zilic, y que los que deben dirigir la educación son las organizaciones independientes de los estudiantes y los trabajadores de la educación. Que es la única garantía para desbaratar los planes de más privatización y miseria salarial, y abrir una lucha por una educación pública, gratuita y laica, que fue destruida por la dictadura pinochetista y resistida por los diferentes gobiernos concertacionistas.


 


Hay que profundizar la lucha y la unidad con los trabajadores para torcerle el brazo al gobierno de Bachelet y sus secuaces:


 


• PSU gratis.


 


• Pasaje escolar gratis.


 


• Derogación de la Loce (ley educativa privatizadora).


 


• Educación pública, gratuita y laica en todos los niveles.


 


• Creación de un frente estudiantil-obrero contra los planes de Bachelet.