Siria e Irán, el huevo y la gallina

La cuestión siria continúa en el limbo. Mientras el régimen de Al Assad ha acrecentado la brutal masacre sobre la población, el imperialismo aún debate qué salida tomar. En primer lugar, si una intervención militar tendrá lugar antes en Siria o en Irán. Si atacaran Siria, no podrían involucrarse en una avanzada militar contra Irán. De la misma forma, si se atacara primero a Teherán, se allanaría el camino para que Al Assad lleve a fondo su masacre -es decir que un ataque a Irán preservaría al régimen del sirio. El huevo y la gallina, ¿qué viene primero?

Luego del veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU y del fracaso del operativo de la Liga Arabe para abrir una mesa de negociación, se realizó en Túnez una reunión para discutir los pasos a seguir. El representante del Consejo Nacional Sirio, Bassma Kodmani, reivindicó “la creación de ‘tres pasillos humanitarios’ para poder hacer llegar alimentos y medicamentos a las tres ciudades más castigadas por el régimen por ser los principales focos de la rebelión: Homs, Idleb y Deraa. A la primera se llegaría desde Líbano, a la segunda desde Turquía y a la tercera desde Jordania” (El País, 22/2). Los “pasillos humanitarios” serían el puntapié de una intervención militar: la ONU podría formar una fuerza encargada de garantizar el transporte de la ayuda “humanitaria”, etc.

Sin embargo, Siria es un país extenso, que supera en diez veces la población de Libia. Un escenario de guerra produciría una catástrofe humanitaria aún mayor.