Sobre Hamas


Jorge:


 


No está mal el artículo sobre Hamas (ver PO 933), pero faltarían algunos datos para completar el análisis de las causas de la victoria de Hamas. El primero es que no se trata de un movimiento local sino que abarca a todos los palestinos (incluidos los que habitan dentro de Israel) y toda el Medio Oriente y aún más allá.


 


La fracción de este movimiento dentro de Israel es el Movimiento Islámico, que boicotea las elecciones a la Knesset y está dividida en un ala sur y un ala norte, más militante. El líder del Movimiento Islámico ala norte, Sheik Raed Salah, fue liberado hace poco, después de pasar casi dos años en la cárcel, acusado de haber transferido fondos a los Territorios para ayudar a los familiares de los mártires de la Intifada.


 


La victoria de Hamas está ligada a la ascensión al poder de Mahmoud Ahmadinejad, el actual presidente de Irán, que tiene una línea más antiimperialista (y también más abiertamente antisemita que sus predecesores, como por ejemplo en el reciente congreso que organizaron sobre el Holocausto), así como a la victoria militar de Hezbollah contra al sionismo en el Líbano, etc. En Egipto, si en este momento se celebraran elecciones sin fraude, ganarían los Hermanos Musulmanes, que pertenecen al mismo movimiento político que Hamas. Algo parecido sucede en Jordania.


 


No estoy en condiciones de hacer un análisis del proceso histórico que llevó a esta ola de movimientos islámicos en el Medio Oriente. Pero estimo que su gran popularidad se debe ante todo al hecho de que se han puesto al frente de la lucha antiimperialista en la zona. Ante las traiciones de la izquierda (participación del PC iraquí en el gobierno de ocupación yanqui en Irak, etc.) y la bancarrota del liderazgo de los movimientos de liberación nacional (acuerdos de Oslo, etc.), los partidos musulmanes se perfilaron como el ala más combativa contra el imperialismo y el sionismo.


 


Por ejemplo, Hamas nunca fue parte de la OLP, mientras que hasta el ala más de izquierda del movimiento de liberación nacional (el Frente Popular para la Liberación de Palestina) no abandono nunca la OLP, aun después de la firma de los acuerdos de Oslo. Cuando todos trataban de adaptarse al proceso de Oslo, el Hamas y el Jihad Islámico se opusieron a abandonar la resistencia, y sus militantes jugaron un papel central en la última Intifada —especialmente en Gaza, donde la retirada del ejército israelí fue vista por los palestinos como una victoria conseguida por Hamas—. De allí que sus dos líderes máximos (el Sheikh Ahmed Yasin y Abdel Aziz Rantisi) fueran asesinados por el ejército israelí.


 


Por otro lado, ideológicamente Hamas es un movimiento ultrarreaccionario, como lo prueba, entre otras cosas, el párrafo de su programa que acusa a los judíos de haber organizado no sólo la revolución comunista en Rusia, sino también las dos guerras mundiales y hasta la revolución francesa(¡!)


 


Dicen otros dislates semejantes sobre las mujeres, etc. Aunque su base social la constituyen las capas más humildes de la población palestina (a diferencia, por ejemplo, del FPLP, que es más urbano y educado), no hace ningún tipo de planteo de clase. Por supuesto que una organización no se reduce a su programa, pero hay una contradicción profunda entre la ideología feudal y la praxis antiimperialista y antisionista de Hamas.


 


(16/2)