Sobre la finalidad de la Conferencia Latinoamericana y la delimitación con los partidos del FIT-U

Preguntas y respuestas del XXVII Congreso del PO

El XXVII Congreso del PO está llevando a cabo sus deliberaciones precongresales. En los plenarios relativos a la situación internacional surgieron distintas preguntas y problemas que esta sección buscará clarificar.


Tal cual lo hemos señalado en numerosos documentos, la Conferencia Latinoamericana es el resultado de la iniciativa lanzada por nuestro Partido, en el marco del nuevo cuadro creado en América Latina en 2019. Representa la victoria de toda una orientación política levantada por nuestro partido. La emergencia de la pandemia está muy lejos de plantear la caducidad de la iniciativa. Muy por el contrario, le otorga una mayor y renovada actualidad. Los parates económicos forzados por las cuarentenas han agravado la crisis capitalista y han agudizado todas las contradicciones sociales que dieron lugar a las rebeliones populares.


La Conferencia apunta a que la izquierda revolucionaria intervenga en la situación continental con un planteo de defensa de la independencia política de los trabajadores, y que emerja como un bloque diferenciado tanto del bloque derechista, agrupado en el Grupo de Lima, como del bloque ‘nacional y popular’, agrupado en Puebla. Que nuestra iniciativa se haya dirigido, en primer lugar, a los partidos integrantes del FIT-U es completamente lógico. Justamente, nuestra principal crítica a nuestros socios del FIT-U es que pretendan circunscribir la intervención de nuestro frente al terreno electoral. Cuando de lo que se trata es de ampliar el radio de acción del Frente de Izquierda, y que actúe como un frente único en todos los terrenos de la lucha de clases.


La política del Frente de Izquierda, sosteniendo a lo largo de 9 años una posición de independencia de clase en nuestro país, se encuentra en contradicción con la mayor parte de la izquierda latinoamericana, la que se ha dividido entre la que se acopla a las revueltas golpistas acicateadas por el imperialismo y la que se disuelva detrás de las variantes nacionalistas burguesas. Puede deducirse que la presencia del PO en la Argentina es determinante para que el resto de los partidos integrantes del FIT-U se mantengan, en lo esencial, en este campo de independencia política. Pues estos mismos partidos, en otros países de América Latina, tienen una política contradictoria con el FIT-U. En Brasil, el MST, el PTS e IS, son tributarios del PSOL, un ‘partido de tendencias’ que oficia de colectora del PT. En Perú, IS integra un frente centroizquierdista y ha tenido una política tributaria a las revueltas reaccionarias en Bolivia y en Venezuela. Es decir, el PO defiende al FIT-U incluso contra las tendencias a la disolución política de nuestros propios aliados del FIT-U.


Las características de la Conferencia también ha sido motivo de debate al interior del FIT-U. Mientras el resto de los partidos pretendían hacer de la conferencia una instancia de autoconstrucción de sus propias corrientes internacionales; de nuestra parte, la campaña por la Conferencia no solo apunta a reagrupar partidos o núcleos revolucionarios de los distintos países latinoamericanos, sino también a interesar e influenciar a sectores combativos del movimiento obrero y de los movimientos de masas, lo que daría a la Conferencia un peso específico y una proyección significativamente superiores.